Philippe Coutinho cayó de pie en el Camp Nou. El futbolista más caro de la historia del Barça sólo necesitó veinte minutos y un puñado de jugadas para demostrar que la presión camina por su lado. Coutinho cautivó a un público dispuesto a enamorarse. Entre aplausos, el '14' blaugrana empezó a dibujar a una sociedad con Leo Messi que promete ser ilimitada.

El Barça suma un actor principal en el tramo decisivo de la temporada. El túnel de Coutinho sobre Víctor Sánchez en una de las primeras pelotas que tocó es el mejor presagio. Descarado y atrevido, pero midiendo el riesgo. Su jugada transportó a las 80.000 personas que llenaban el campo a un pasado donde Ronaldinho hacía y deshacía a su gusto. Siempre con la pelota enganchada a la bota derecha.

El partido contra el Espanyol no suponía el mejor escenario para ver debutar a un Coutinho que se estrenaba en la convocatoria después de superar una lesión muscular. Pero en los 160 millones de su traspaso también está incluido el tiempo de adaptación. Parecía que Coutinho hubiera pasado los últimos cinco años jugando en Barcelona y no en Liverpool. El escenario no le impresionó y asumió el estreno con la actitud de alguien que tiene plena confianza en sus posibilidades.

El Barça se pudo hacer una idea de lo que le espera con el pequeño brasileño. "Tenemos muchas esperanzas en él", aseguró Ernesto Valverde sobre el nuevo 'juguete' blaugrana. Coutinho ha llegado al Camp Nou en el momento justo. Con 25 años y en plena madurez futbolística podrá coincidir con Andrés Iniesta en los últimos años de la carrera del capitán para concluir una dulce transición.

29 pases, 6 pelotas perdidas y 3 recuperaciones en 22 minutos de partido. El estadio, con ganas de presumir, lo acompañó en cada una de sus intervenciones. Como si lo quisiera empujar hacia el gol y proteger de las patadas de los rivales. Pero Coutinho no lo necesita. Es un jugador que ha liderado el juego del Liverpool en la Premier League, una competición tan física como exigente. Allí, donde los jugadores corren más que la pelota, Coutinho ha conseguido marcar -muchas- diferencias. Como lo hizo Messi contra el Espanyol.

El nuevo fichaje del Barça vio, primero desde el banquillo y después desde el campo, como Messi decidía la eliminatoria. Coutinho llega al Camp Nou con la lección bien aprendida. Todo gira en torno a un Messi que se encarga de justificar cada tres días los galones que nadie se atreve a discutirle. Los dos jugadores se buscaban y se encontraban sobre el campo. Y estuvieron a punto de fabricar el 3-0 con Luis Suárez.

El Barça, seis meses después, recupera el poder de intimidación que perdió con el adiós de Neymar. Un clavo saca otro clavo, al menos en la Liga y la Copa del Rey, porque Coutinho no puede jugar la Champions.