El Bayern de Munich oficializó este viernes por la noche el acuerdo con el Barça por la cesión de Philippe Coutinho, uno de los futbolistas más discutidos por la afición la temporada pasada. Desde entonces, varios sectores del club -y también del entorno blaugrana- se han encargado de asegurar que el adios del brasileño es todo un éxito para el equipo de Ernesto Valverde. Las cosas, sin embargo, son muy distintas.
Un viaje de ida y vuelta
En primer lugar, hay que destacar que el acuerdo por Coutinho incluye una opción de compra no obligatoria, de manera que si su rendimiento no convence al Bayern, los bávaros podrán devolverlo al Barça sin ningún compromiso. El club alemán, de hecho, ya utilizó esta fórmula para adquirir los servicios del madridista James Rodríguez. Dos cursos después, el colombiano ha tenido que hacer las maletas en dirección al Santiago Bernabéu y ahora Zinedine Zidane no sabe como deshacerse de él.
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El Barça asume que no controla la situación. La única esperanza de la secretaría técnica blaugrana es que el brasileño ofrezca un rendimiento óptimo y convenza al equipo técnico del campeón alemán, pero si este hecho no es así -y el estado de forma de Coutinho, hoy por hoy, es más que discutible- el problema resurgirá en menos de 12 meses.
¿Dónde está el proyecto?
Coutinho llegó al Barça desde el Liverpool cambio de 120 millones de euros más 40 variables, hecho que lo convirtió en el segundo fichaje más caro de la historia del fútbol y el primero de la historia del Barça. Una temporada y media después, y con la temporada oficial en marcha, el Barça ha cedido al futbolista al Bayern con el único objetivo de aligerar la masa salarial del equipo. La intención era traspasarlo, pero las ofertas que la entidad blaugrana ha recibido han sido poco convincentes y la cesión se ha considerado un mal menor. Nada hace pensar que el próximo curso su valoración de mercado sea más alta.
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Por si fuera poco, el adios de Coutinho también aleja a Neymar del Barça. El mediocampista era una de las piezas que el club quería utilizar como moneda de cambio, pero el jugador se ha negado a aceptar las condiciones que le ofrecía el PSG. Este hecho implica que futbolistas como Ousmane Dembélé o Ivan Rakitic -ambos, utilizados por Valverde en San Mamés- podrían hacer las maletas hacia el Parque de los Príncipes.
Nunca será Iniesta
El caso Coutinho también debería servir para que la secretaría técnica del Barça reflexione. El jugador brasileño llegó para ocupar el vacío que había dejado Andrés Iniesta, pero lo cierto es que en ningún momento ha ejercido de mediocampista. Demasiado vertical para ocupar la posición de interior y demasiado lento para ser delantero, el ex del Liverpool ha añorado la mediapunta que le permitió brillar en Anfield.
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La lección que se desprende de su fichaje es evidente: hay que apostar por futbolistas que dominen el juego de posición como Arthur, Frenkie de Jong o Riqui Puig y alejarse de los mediocampistas que brillan por sus estadísticas goleadoras.