Nunca en su vida de entrenador, Claudio Ranieri, 64 años, se había emocionado como lo ha hecho en el Leicester, equipo de la Premier League al que ha coronado como campeón. Nunca tampoco había recibido un vídeo grabado por unos aficionados en el que lo llenaran de tantas flores: en el que fuera comparado con un dios, le dijeran que lo llevan en su corazón, le pidieran que se quedara para siempre en la ciudad y le confesaran que lo van a recordar eternamente.

No es para menos. El Leicester, que regresó a la Premier hace dos temporadas después de pasarse diez años fuera del primer nivel del fútbol inglés, ha hecho sonar las campanas en un campeonato donde siempre habían sonado como favoritos Liverpool, los dos Manchester, United y City, Arsenal y Chelsea.

#BackingTheBlues

No es para menos. La ciudad está viviendo lo que nunca había vivido. Hoy, el primer día que el equipo podía proclamarse campeón, Leicester amaneció pintada de azul, los colores de su equipo, y con un hashtags que decía #BackingTheBlues-Thank You!. El apoyo llegó desde todos los puntos del mundo donde se encontraba un hincha del Leicester.

El sueño hecho realidad comenzó a labrarse cuando el equipo fue comprado por el multimillonario tailandés Vijai Srivaddhanaprabha, el Leicester, conocido por el apodo de "los zorros", sólo había estado cerca del título de la Premier a finales de los años 20 cuando se quedó a un punto del Sheffield. Después lo máximo que había hecho era ganar tres Copas de Liga y una Community Shield, y ser cuatro veces subcampeón de la FA Cup.

Decisivo escándalo sexual

Pero antes de llegar al lunes 2 de mayo del 2016, el Leicester tuvo que pasar una vergüenza mundial protagonizada por varios jugadores, entre ellos el hijo del entonces entrenador Nigel Pearson, que en una gira por Tailandia, donde el dueño quería dar a conocer el equipo, armaron un escándalo sexual con unas prostitutas. La crisis obligó a una revolución en el club y en el equipo. Entonces llegó él.

El milagro del romano

El gran artífice del milagro de los azules se llama Claudio Ranieri. Romano de nacimiento, Ranieri comenzó su carrera de entrenador en el Cagliari y desde entonces ha sido un nómada de los banquillos. Fue técnico del Nápoles, Fiorentina, València, Atlético de Madrid, Chelsea, Parma, Juventus, Roma, Inter de Milán, Mónaco y el último año volvió a la Premier para dirigir al Leicester.

Hasta esta temporada, el historial de Ranieri constaba entre sus éxitos diversas promociones de ascenso, una Copa y una Supercopa de Italia con el Fiorentina, una Copa del Rey y una Intertoto y una Supercopa de Europa con el València.

Lo que está viviendo en Leicester, sin embargo, es único y un enorme colofón a su larga carrera con un equipo hecho de retazos de otras ligas. Destaca por encima de todos el goleador inglés Jamie Vardy, el argentino Leonardo Ulloa, el japonés Shinji Okazaki, el argelino Riyad Mahrez y el portero Kasper Scheimechel, hijo del también portero danés Peter Scheimechel.