İlkay Gündoğan está a horas de ser oficializado como nuevo futbolista del FC Barcelona, una incorporación de lujo para a Xavi Hernández que, sobre todo, ganará llegada desde segunda línea. El mediocampista turcoalemán siempre ha sido brillante en el juego asociativo, pero en sus últimos años en el Manchester Ciity, se ha prodigado sobre todo en la faceta goleadora.
Con todo, la clave más importante para el juego de Gündoğan es haber alcanzado la regularidad física que durante sus años en el Borussia Dortmund no había podido mantener. El todavía futbolista citzen era un talento que no pasaba desapercibido para nadie cuando ya estaba en el Signal Iduna Park, pero, sobre todo por un problema con un nervio en la columna vertebral, permaneció durante mucho tiempo apartado de los terrenos de juego.
İlkay Gündoğan, y la imagen de la 'barriga cervecera'
Durante el año 2015, Gündoğan se vio obligado a dejar de jugar a fútbol durante una temporada por una inflamación en un nervio de la columna vertebral que le producía intensos dolores, hormigueo en las extremidades e, incluso, ligeras parálisis. Gundogan, un futbolista de élite meses antes de la lesión, no podía ni permanecer de pie ni sentarse sin sentir dolor.
No obstante, el peor de los efectos secundarios de este problema fueron la deformación de su imagen, ya que Gündoğan, sin perder la disciplina que requiere el fútbol profesional, desarrolló una barriga que lo llevaba a pesar 20 kilos más de lo que se espera de un futbolista de su altura. No obstante, lo peor de todo no fue esta deformación temporal, sino que las críticas hacia la que se identificaba con ánimos de mofa como su 'barriga cervecera' le causaron una depresión que demoró todavía más su reaparición sobre el césped. Toda la pesadilla duró un total de 422 días fuera de combate.
Gündoğan, de vuelta y mejor que nunca
Las redes se cebaron con el futbolista que en ese entonces tenía 24 años. De hecho, algunas voces acusaban a su mala vida privada y falta de profesionalidad cuando, en realidad, era un problema independiente a estas acusaciones y, sobre todo, mucho más grave.
Con todo, Gündoğan ya está de vuelta y, después de una etapa en que el fútbol le proporcionó muy malas noticias, el alemán está disfrutando de una segunda juventud que, en vista de lo que le ha pasado, le es merecida. Ahora, además, cumplirá su sueño de jugar con la camiseta del Barça, equipo que ya estuvo a punto de ficharlo cuando todavía no había pasado por las filas del Manchester City.