El Barça sigue sumando y sólo tiene que ganar dos partidos más para ser campeón de Liga. Este sábado, los de Ernesto Valverde han mostrado una versión poco intensa pero efectiva y se han deshecho de la Real Sociedad (2-1) con goles de Clément Lenglet y Jordi Alba. La victoria de los blaugrana no pasará a la historia pero Philippe Coutinho quizás sí. Por primera vez, el brasileño ha sido silbado sin contemplaciones por la afición del Camp Nou, que no ha perdonado su gesto contra el Manchester United.
Lenglet contra la monotonía
El Barça tiene la cabeza en la Champions. Los jugadores, el entrenador e incluso los aficionados del Camp Nou saben que la Liga está sentenciada desde hace semanas y afrontan los duelos del campeonato doméstico como un trámite. Los primeros 45 minutos contra la Real han ejemplarizado a la perfección este hecho: el equipo blaugrana ha dominado la posesión y ha mostrado su sello inconfundible, pero también ha hecho patente que el de este sábado no sería el partido más intenso de la historia, precisamente.
Valverde ha apostado por un once con muchos titulares, donde los únicos sospechosos han sido Nélson Semedo, en el lateral derecho, y Arturo Vidal, que ha dejado a Sergio Busquets en el banquillo. Aun así, la primera ocasión clara del Barça no ha llegado hasta el minuto 27, cuando Messi ha ejecutado una falta en la frontal del área que se ha marchado por encima del travesaño de Rulli por bien poco. La ocasión del astro argentino ha despertado a la afición del Estadi pero no al equipo blaugrana, que no volvería a acercarse a la portería visitante hasta el último tramo del primer tiempo. Antes, Ter Stegen ha tenido que entrar en escena por primera vez para detener un disparo de Juanmi desde el área pequeña.
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Poco a poco el conjunto vasco ha empezado a ceder unos espacios que Messi, Luis Suárez y Ousmane Dembélé -la tripleta atacante de Valverde- han estado a punto de aprovechar. En el minuto 41, el delantero uruguayo ha intentado sorprender a Rulli con un disparo potente y colocado en el primer palo, pero el portero argentino ha respondido con una gran mano.
La ocasión del 9 ha sido el primer aviso serio de un Barça que no acostumbra a perdonar dos veces. 4 minutos después, y justo antes de que González Fuertes señalara el descanso, Dembélé ha picado un servicio de córner con precisión y Clément Lenglet se ha encargado del resto. El francés ha aparecido en la frontal del área pequeña como un avión y ha conseguido la primera diana del partido -y la suya como blaugrana en la Liga- con un gran cabezazo. Gol psicológico y descanso para un Barça que siempre consigue cumplir con el expediente.
Alba no quiere sorpresas
La segunda parte ha empezado con dos noticias: Valverde ha sustituido a Arthur por Busquets y la Real ha demostrado que estaba dispuesta a ofrecer resistencia. El mediocentro de Badia del Vallès no llevaba ni 5 minutos sobre el terreno de juego cuando Mikel Merino ha filtrado una pase al estilo Xavi Hernández para Juanmi, que le ha ganado la espalda a Gerard Piqué y ha batido Ter Stegen con picardía.
El gol del andaluz ha despertado viejos fantasmas, y es que él mismo silenció el Camp Nou en el año 2015 en uno fatídico 0-1 contra el Málaga. Los fantasmas, en todo caso, han durado muy poco, y es que en la siguiente jugada Jordi Alba ha vuelto a poner por delante al Barça con un disparo con la pierna que casi nunca utiliza, la derecha. El lateral de l'Hospitalet ha llegado al vértice del área de Rulli y en lugar de hacer su clásica pase para Messi ha sorprendido a todo el mundo, incluido el portero de la Real, con un obús ajustado al palo para sumar su segunda diana en la Liga.
El protagonista del segundo tiempo, sin embargo, no ha sido Alba. Inmediatamente después del gol, en el minuto 71, Valverde ha cambiado a Ousmane Dembélé por Philippe Coutinho y el público del Camp Nou ha dictado sentencia. Más de la mitad del feudo barcelonista ha dedicado una pitada de las que se recuerdan al extremo brasileño, que en el partido de cuartos de Champions contra el United se tapó las orejas después de marcar el tercer gol del partido. Algunos seguidores se han dedicado a silbarlo incluso después del cambio. La noche, en cualquier caso, supone un antes y un después en la trayectoria de Coutinho en el Barça.
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Entre reproches y algún cántico con aires de reconciliación, Ivan Rakitic y Arturo Vidal han podido sentenciar el partido con dos llegadas des de la segunda línea, pero el croata y el chileno han perdonado al adversario. Este hecho ha dado alas a la Real, que aunque casi no tiene ninguna aspiración en la Liga, ha decidido que hoy era un buen día por puntuar en el Camp Nou. Desgraciadamente para la entidad vasca, sin embargo, la racha que empezó en 1991 se alargará un año más.
Valverde ha retirado a Arturo Vidal y ha apostado por Sergi Roberto, el de Reus ha dotado de más control de la pelota al Barça y así el partido ha muerto progresivamente El Barça encadena 21 partidos de Liga sin perder, sentencia a la Real en la zona de nadie y da un paso más para ser campeón. Ahora sólo 6 puntos separan a Messi y compañía de un título que tiene que llegar lo antes posible.