El Barça no se puede permitir otro tropiezo en la Liga. El equipo, después de caer contra todo pronóstico ante el Deportivo de la Coruña (2-1), afronta la visita del València (20:45 horas / Movistar partidazo) sin margen de error. Los valencianos, inmersos en una semana de fiesta mayor con pirotecnia y fallas, serán la última piedra de toque antes del parón de selecciones. Un paro "ficticio", según Luis Enrique, porque los futbolistas no descansarán.

Los partidos internacionales darán paso a un mes de abril frenético, donde el Barça se jugará la vida en la Liga, recibiendo al Sevilla y visitando el Santiago Bernabéu, y en la Champions, con la eliminatoria de cuartos contra la Juventus. El partido de esta noche en el Camp Nou es vital para despedir el fútbol de clubs con buenas sensaciones y encarar el tramo decisivo de la temporada con la moral regenerada.

Once de gala

Semana limpia. El Barça ha podido preparar el partido contra el València con la tranquilidad que da centrarse durante siete días en una misma competición. Luis Enrique no podrá contar con el lesionado Aleix Vidal pero tendrá a disposición el once de gala. El técnico asturiano podría sacar un once con capacidad para adaptarse a los dos sistemas: 4-3-3 y 3-4-3.

En los últimos cinco partidos el equipo ha salido con el 3-4-3. En los cuatro primeros el resultado fue indiscutible: cuatro victorias y mejores sensaciones. En el último, el Barça repitió sistema pero cayó contra el Depor, evidenciando una incapacidad alarmante para cambiar el guion. Es cierto que el partido en Riazor era especial porque el Barça venía de conseguir una remontada sin precedentes en la historia de la Champions.

Hoy, Luis Enrique no tiene ningún condicionante para alinear a un equipo de plenas garantías y sumar tres puntos para mantenerse en la lucha por el título. Sergio Busquets, Ivan Rakitic y Andrés Iniesta tienen números para acompañar a un tridente innegociable, aunque Neymar se perdió la última jornada por unas molestias en el aductor de la pierna izquierda. En defensa, Gerard Piqué y Samuel Umtiti parecen ganarle terreno a Javier Mascherano mientras que los laterales no admiten discusión: Jordi Alba y Sergi Roberto.

El aspecto más preocupante de la derrota en Riazor fue la poca fiabilidad de la segunda unidad. El famoso fondo de armario parece pasado de moda. Si el Barça quiere seguir optando al triplete no puede correr el riesgo de fiarle su futuro a jugadores como André Gomes o Arda Turan. La plantilla es de 13 o 14 futbolistas y Luis Enrique tendrá que hacer malabarismos para dosificarla sin minar su rendimiento.

Un València lleno de dudas

Es el peor València de las últimas temporadas. El equipo ha pasado de ser un candidato real a disputarle la Liga a Barça y Madrid a luchar por evitar el descenso. Una deriva impropia de un club con su nombre y su historia. La gestión paupérrima de unos dueños más centrados en los números que en el fútbol han llevado al València a una situación límite.

En 28 jornadas, el equipo ha tenido tres entrenadores. Pako Ayestarán duró sólo cuatro partidos. Su relevo, Cesare Prandelli, exseleccionador de Italia, dimitió después que el club no cumpliera sus promesas en el mercado de invierno. El delegado y 'bombero' por excelencia, Voro Gonzázlez, se hizo cargo del equipo y la directiva lo ratificó hasta final de temporada.

El equipo, con Voro, ha recuperado la dignidad pero no la regularidad: es capaz de ganar el Madrid en Mestalla (2-1) y perder haciendo el ridículo contra el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón (3-0). Los fichajes de Simone Zaza y Fabián Orellana dan más alternativas en ataque pero no solucionan los problemas en medio del campo. Al València le cuesta mucho generar fútbol y su fragilidad mental lo condena a empezar muchos partidos por detrás en el marcador. Las bajas de Nani, Rodrigo y Santi Mina por lesión, todos delanteros, condicionan su potencial ofensivo.

Los once de El Nacional

Apuesta alineación FCB VALE