El Barça ha cerrado la etapa de Ernesto Valverde y empieza la de Quique Setién. Una nueva ilusión llega al Camp Nou, con una propuesta motivadora de juego y un ambiente renovado después de quemar los días con el último entrenador. Pero por mucho que las palabras animen a los culés, ahora se tiene que demostrar con hechos y sobre el césped. El primer reto será contra el Granada (21.00h / Movistar Partidazo).
Con ganas de jugar bien
Los andaluces están situados en la zona media de la clasificación y esta temporada ya han ganado a los blaugrana. Esta vez, sin embargo, todo será diferente porque el partido se juega en Barcelona y el club catalán tendrá el incentivo del cambio en el banquillo.
Cambio de entrenador, victoria segura. Eso es lo que quieren ver a los culés y también Setién, pero esta vez tendrán el reto de jugar bien. El técnico cántabro dijo en el día de su presentación que "sólo garantizo que el Barça jugará bien", y ahora sólo queda cumplir con las expectativas.
Él mismo en la previa del partido aseguró que jugando es como se gana. Y la primera toma de contacto será en el Camp Nou este domingo. Un escenario donde el Barça no pierde desde noviembre del 2018, precisamente contra el Betis que entrenaba Quique Setién.
Sergi Alcàzar
Inventos por culpa de las ausencias
Pero si la ilusión es máxima, también hay una preocupación máxima. No es total porque Leo Messi será el referente culé dentro del terreno de juego, pero se echará de menos a su socio Luis Suárez. El uruguayo, operado del menisco, estará cuatro meses de baja y se perderá casi lo que resta de temporada. Además, todavía con Ousmane Dembélé recuperándose, no habrá un '9' natural como relevo de Suárez y Setién tendrá que probar los primeros inventos de su era Barça.
También la baja por sanción de Frenkie de Jong y la incógnita de Arthur hacen traquetear el medio del campo que le gustaría al nuevo entrenador. Riqui Puig saca la cabeza y gana enteros para ser una de las sorpresas en el estreno de Setién en el Barça.
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