Dos en la primera, tres en la segunda: la remontada es posible. Es la conclusión a la que llegó el Camp Nou después de la espectacular exhibición del Barça ante el Celta. La alegría con la que jugó el equipo blaugrana, la velocidad del balón, y el excepcional momento de Messi y Neymar han llenado la ilusión de la afición culé.

¿Quién dijo que este Barça de Luis Enrique no ganaba con brillantez? Quién escribió que este equipo había perdido la belleza? ¿Quién dudó de la inspiración de Messi o de la elegancia de Neymar? ¿Quién no cree en la remontada el próximo miércoles ante el PSG? ¿Quién?

Cuando todos los elementos se juntan en una misma noche y todos juegan bien y  brillan, este Barça es imparable y se vuelve exquisito. El Celta no es un rival fácil pero el Barça lo empequeñeció. Hizo el equipo blaugrana con los gallegos lo que ni más ni menos le hizo el PSG hace unas semanas.

Si hay un equipo que puede remontar un 4-0 ese es el Barça. Lo dijo Pep Guardiola hace unos días pese a que la estadística europea recuerda que no ha habido equipo alguno que haya hecho esa proeza.

Dos goles en la primera parte y tres en la segunda. El ensayo de cara al partido más importante de la temporada que tendrá este Barça resultó efectivo. Cierto que el PSG no es el Celta y tiene más potencial ofensivo. Pero con el Camp Nou lleno como en sus mejores noches, y con la fe exhibida en las pancartas mostradas hacia el final del partido contra el Celta, habrá que pensar que esa remontada en la Champions es posible.

El primer golazo de Messi y el sublime tanto de Neymar en los primeros 45 minutos sólo invitan a soñar en algo grande. La excelente actuación de todos los jugadores, de Busquets, Piqué, Rakitic,  obligan a los barcelonistas a dormir ilusionados con romper la estadística europea.

Dedicado a un sobrino

La mejor versión del Barça esta temporada se pudo ver ante el Celta. El Messi que arranca desde el mediocampo driblando contrarios y ajustando el balón a la base de uno de los postes para marcar un gol espectacular apareció también ante el equipo gallego. El Neymar que desequilibra y que marca un gol excelso como el segundo también asomó sobre el césped del Camp Nou.

Con todos los jugadores en una forma extraordinaria y con un Messi maravilloso quien tiene que tener el miedo en el cuerpo es el PSG. El gesto de una llamada telefónica con la que Messi celebró el colosal primer gol no sólo era una dedicación a uno de sus sobrinos, Agustín, sino también una llamada a la ilusión del barcelonismo.