Fuera cual fuera la película seleccionada, el cine catalán celebraría esta mañana un nuevo éxito. Finalmente, ha sido Sîrat, el nuevo largometraje de Oliver Laxe, el título seleccionado por la Academia del Cinema para representarla en la próxima edición de los Premios Oscars en la categoría de Mejor Película Internacional. Las otras dos candidatas, que habían sido preseleccionadas anteriormente, eran Romería, dirigida por Carla Simón, y Sorda, dirigida por Eva Libertad. Así lo ha anunciado esta mañana el cineasta Pablo Berger, miembro de la Academia española, así como de la de Hollywood. Su película Blancanieves, una deliciosa y poética obra rodada en elegante blanco y negro, representó a España en los Oscar de 2013. También fue nominado en 2024 al Oscar a la Mejor Película de Animación por la producción catalana, otra joya cinematográfica, Robot Dreams.

Piratas antisistema en los Oscars

Avalada por el Gran Premio del Jurado de la última edición del Festival de Canes, no ha sido ninguna sorpresa que Sîrat haya sido otra de las películas preseleccionadas a los Oscar 2026. Cinta dirigida por el director gallego Oliver Laxe y de producción catalana, Sîrat, explicaba su autor, "es una película sobre la amistad y la familia, que acaba suponiendo esa comunidad llena de cicatrices". Una particularísima road movie en tránsito entre el cielo y el infierno, que sigue la peripecia de un hombre (Sergi López) y su hijo en busca de la hija desaparecida meses atrás: las pistas les llevan hasta una rave en medio del desierto de Mauritania. El trayecto les llevará a compartir camino con un grupo de asistentes a esta fiesta de techno, todos ellos inadaptados, marginales, una especie de piratas contemporáneos antisistema, que no sabemos muy bien si son hippies o punks, o ambas cosas, o ninguna de ellas.

"Sirât es un artefacto muy potente", nos advertía en una entrevista su protagonista. "Una película muy arriesgada y muy contundente. Una marcianada, en muchos sentidos, que deja al espectador patas arriba. Es el relato de la colisión de dos mundos totalmente opuestos: el de un señor convencional, del que no sabemos prácticamente nada, pero que ya se ve que es un tipo de andar por casa, en contraposición a este mundo tan bestia de los raveros, una gente que está preparada para sobrevivir donde sea. Una subcultura marcada por una música muy potente. Por eso la película tiene esta banda sonora de música electrónica que te hace levantarte de la butaca del cine. Es una película especial. Fue un gozo poder disfrutar de la proyección en aquella sala tan grande y bonita de Canes".