Esta Liga ha hecho muchísima ilusión al barcelonismo. La celebración del pasado viernes, con las calles de Barcelona abarrotadas de aficionados, fue una clara demostración. Y otra se ha vivido este domingo en el Estadi Lluís Companys, con las gradas llenas hasta la bandera, a pesar de que el campeonato ya está matemáticamente sentenciado. Las 50.000 personas que han subido hasta la montaña mágica lo han hecho para vivir la fiesta de celebración, para seguir festejando, que no se termine nunca.

El Barça ha perdido contra el Villarreal, por 2-3, pero la derrota no ha restado ni un ápice la alegría de la afición, que se lo ha pasado de maravilla coreando el nombre de sus ídolos. Primero, cuando Rafael Louzán, presidente de la RFEF, le ha entregado a Marc-André Ter Stegen el trofeo de la Liga, bajo la atenta mirada de Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, y de Joan Laporta. Y después, cuando uno a uno, los jugadores han ido saltando al césped, por orden de dorsal.

Lamine Yamal, gran animador de la fiesta

El primer momentazo de la fiesta se ha vivido cuando ha saltado Ter Stegen, para levantar la Liga mientras sonaba el legendario We are the Champions, de The Queen. Luego ha llegado la no menos legendaria "rotllana" de celebración, que se hizo popular con el Barça de Pep Guardiola. El siguiente momento ha sido el del equipo al completo dando la vuelta de honor al estadio, con Lamine Yamal bailando junto a Cat, la mascota del 125º aniversario que tan bien ha caído entre la afición del Barça. El de Mataró, de hecho, no ha dudado en coger el banderín de córner como bandera para enseñarle unos pases de baile a Cat.

Lamine Yamal, de hecho, ha sido uno de los grandes animadores de la fiesta. El extremo, junto a Marc Casadó, ha improvisado unos bailes con las banderas gigantes que en cada partido se ondean desde detrás de las porterías. Se ha unido a ellos Raphinha, que para la ocasión se ha teñido el pelo de blaugrana.

Sin los parlamentos previstos

La fiesta ha seguido con la entrada al terreno de juego de los familiares de los jugadores. Ha sido el momento de las fotografías para la ocasión con las copas, para algún que otro baile, como el de Lamine Yamal con su hermano pequeño, así como también la entrada de los hijos recién nacidos de Iñaki Peña o de Íñigo Martínez.

Teóricamente, estaba previsto que Hansi Flick y alguno de los capitanes hablaran a la afición, como es habitual. Al final, esta parte no se ha llevado a cabo y los protagonistas han concedido alguna escueta entrevista a las tv con los derechos. Ahora, el objetivo es descansar para preparar la próxima temporada. El sueño es la Champions League, la única espina de una temporada maravillosa.