El nombre de Rafa Leao ha estado en la órbita del FC Barcelona durante las últimas semanas como una de las posibles incorporaciones estrella para reforzar el ataque de cara a la próxima temporada. Su talento, potencia y desequilibrio han hecho que el portugués fuese señalado como una oportunidad de mercado, especialmente teniendo en cuenta que podría salir del Milan por unos 60 millones de euros, una cifra considerada una "ganga" por su calidad y proyección.
Sin embargo, en las últimas horas se ha producido un giro radical en la postura del club azulgrana, encabezado por el propio presidente Joan Laporta, que ha comenzado a enfriar seriamente la posibilidad de acometer su fichaje. El motivo principal: informes internos poco favorables que alertan sobre aspectos preocupantes del futbolista luso, especialmente relacionados con su pasividad defensiva y su comportamiento dentro y fuera del campo.

Flick no lo ve claro
Uno de los puntos clave en este cambio de rumbo es la opinión del entrenador del Barça, Hansi Flick. El técnico alemán, que ya ha empezado a trabajar de la mano de Deco en la planificación de la próxima temporada, no está del todo convencido del encaje de Leao en su sistema. Aunque reconoce su talento y capacidad de desequilibrio, Flick da mucha importancia al trabajo sin balón, la presión en campo contrario y el compromiso táctico defensivo, facetas en las que Leao ha mostrado una actitud irregular durante su etapa en el Milan.
Desde el cuerpo técnico se ha trasladado a la directiva que el perfil del portugués podría chocar con la exigencia táctica que se quiere implementar la próxima temporada, especialmente si se quiere competir de verdad por títulos y dar un salto en Europa. Leao no ha demostrado constancia en labores defensivas, y eso podría generar desequilibrios en el equipo.
Problemas de conducta
A las dudas tácticas se suman ciertos episodios extradeportivos que han sido recogidos por los responsables del área deportiva del club. Aunque no se trata de situaciones graves, sí hay antecedentes en el Milan que han despertado algunas alertas. Faltas de puntualidad, actitudes poco profesionales en entrenamientos y una cierta desconexión en partidos importantes son algunos de los comportamientos que se han transmitido a la dirección deportiva del Barça.
Estos informes han llegado a manos de Laporta y Deco, quienes, pese a seguir valorando al jugador, han comenzado a replantearse seriamente la conveniencia de acometer una operación que podría implicar un importante esfuerzo económico. A diferencia de otros nombres como Luis Díaz o Nico Williams, Leao ya no es visto como una prioridad.

Laporta, prudente y estratégico
Joan Laporta, que en un principio se había mostrado entusiasmado con la posibilidad de incorporar al portugués, ahora apuesta por la cautela. En un contexto en el que cada euro cuenta debido a las restricciones económicas, el presidente azulgrana no quiere asumir riesgos innecesarios con perfiles que puedan generar dudas dentro del vestuario o en el cuerpo técnico.
Además, con el fichaje de un extremo izquierdo sobre la mesa —posición donde Leao se desempeña habitualmente—, el Barça sigue explorando alternativas más adaptadas al estilo de Flick y con una conducta más alineada con los valores que quiere imponer el nuevo proyecto.
Por todo ello, salvo un cambio de escenario radical, en el Barça han decidido dar un paso atrás con Leao, al menos por ahora. El talento no se discute, pero la exigencia táctica y la fiabilidad personal pesan cada vez más en la toma de decisiones de una dirección deportiva que quiere evitar errores del pasado.