Si alguien tenía dudas, es imposible que después de este Clásico todavía los mantenga. Arthur Melo es la estrella que el centro del campo del Barça necesita. En su segundo enfrentamiento contra el Real Madrid, el mediocampista brasileño ha demostrado, un día más, que debe ser indiscutible en la medular blaugrana.

El ex de Gremio no tiene los pulmones de Rakitic ni el carácter de Arturo Vidal, pero posee una característica clave para brillar en el Camp Nou: entiende el juego de posición. Hablar de Xavi Hernández es siempre muy atrevido, pero es imposible no pensar en el de Terrassa cuando el brasileño se revuelve sobre sí mismo para proteger la pelota con la cadera. Como si se hubiera criado en la Masia, Arthur entiende cuándo debe acercarse a Busquets para ayudar en la salida de la pelota, y, a la vez, asume responsabilidades cuando debe construir la jugada en fase ofensiva. Toda una bendición si se tiene en cuenta que el Estadi ha tenido que convivir durante muchos meses con futbolistas como André Gomes o Arda Turan.

Lo más impactante, sin embargo, es que Arthur ha mostrado toda su magia ante mediocampistas mucho más consolidados como Luka Modric -el mejor del mundo, dicen- o Toni Kroos. Ah, y para los amantes de los datos: 72 pases (92% de acierto) y, atención, 10 duelos ganados y 6 recuperaciones. Un buen ataque, la mejor defensa