Ronald Araujo ha sido tajante: no quiere salir del FC Barcelona. A pesar de que su nombre figura en la lista de posibles ventas prioritarias del club para equilibrar las cuentas, el central uruguayo ha comunicado a la dirección deportiva su intención de cumplir su contrato y seguir luchando por un puesto en el equipo. Esta decisión, firme y sin fisuras, ha generado un gran contratiempo para Deco, el director deportivo azulgrana, que contaba con su salida como una de las operaciones clave del verano.
Araujo no es el mismo futbolista intocable de hace un par de temporadas. La llegada de Hansi Flick al banquillo y el alto nivel mostrado por jugadores como Pau Cubarsí o Iñigo Martínez han desplazado al uruguayo a un papel más secundario. No es titular indiscutible y sus minutos se han visto reducidos en los tramos decisivos del curso. Aun así, Araujo no contempla otra opción que no sea seguir en el Camp Nou.

Deco necesitaba esa venta
Desde hace semanas, Deco trabaja en una planificación que exige al menos una gran venta para liberar masa salarial y generar ingresos con los que reforzar otras posiciones. Y uno de los nombres que más consenso generaba en los despachos era el de Ronald Araujo: un futbolista con cartel internacional, aún joven, y por el que ya había interés firme de clubes como el Bayern de Múnich o el Manchester United, dispuestos a poner sobre la mesa más de 60 millones de euros.
Ese dinero se consideraba fundamental para acometer operaciones como la llegada de un nuevo portero, un mediocentro o incluso un extremo con capacidad de jugar como delantero. Sin la salida de Araujo, todo se complica enormemente. Las prioridades del club podrían quedarse en pausa o incluso descartarse si no se produce otra venta del mismo nivel.
Un jugador comprometido con el Barça
A pesar de no atravesar su mejor momento deportivo, Araujo está más comprometido que nunca con el proyecto. Ha reiterado en varias ocasiones su amor por el club, su identificación con los valores del Barça y su deseo de triunfar en el Camp Nou.

Este posicionamiento ha sido bien recibido por la afición, que valora su carácter, entrega y profesionalismo. Sin embargo, en el área deportiva la situación se ve con otros ojos: Araujo sigue siendo un jugador importante, sí, pero no imprescindible. Y si no quiere irse, será un problema económico a corto plazo.
Flick no lo ve como indiscutible
Hansi Flick no considera a Araujo como un pilar insustituible de su defensa. El alemán quiere una línea de zagueros capaz de salir con el balón jugado con solvencia y rapidez, y en ese aspecto tanto Cubarsí como Iñigo, Eric y Christensen han mostrado más regularidad y adaptación al estilo deseado. Araujo, por su parte, ha sido más irregular y ha cometido errores en momentos clave.
Esto ha hecho que, aunque sigue contando para el técnico, no se le garantice la titularidad. Flick, además, ha dado el visto bueno a una posible venta, entendiendo que hay otras prioridades en la plantilla.
¿Y ahora qué?
Con Araujo decidido a quedarse y el club necesitado de liquidez, Deco deberá encontrar otra vía de financiación. Ya sea una venta inesperada o ceder ante el mercado y esperar hasta el final del verano. Pero lo que es seguro es que el uruguayo no quiere moverse, y eso obliga al Barça a reestructurar su estrategia económica y deportiva para el mercado estival. El pulso está servido.