La Audiencia Provincial de Burgos ha condenado a 38 años de prisión a cada uno de los tres exjugadores de fútbol del Arandina acusados de una agresión sexual cometida contra una menor, de 15 años, en noviembre del año 2017 en un inmueble que compartían los acusados. Aun así, según la sentencia, los tres cumplirán un máximo de veinte años de prisión.

En la resolución judicial se aplica el principio que ya se utilizó en el caso de la Mandada de Pamplona, "la intimidación ambiental", basada en el hecho que los condenados estaban solos con la víctima con la luz apagada y que actuaron por sorpresa sin que la menor pudiera reaccionar por la diferencia de edad y la complexión física de los futbolistas, que tenían 19, 22 y 24 años.

En el caso del condenado de 19 años, Raúl Calvo, la Audiencia le absuelve de la acusación de agresión sexual continuada debido a que su madurez es similar a la de la víctima. También se ha absuelto a los tres jugadores, Carlos Cuadrado 'Lucho' y Víctor Rodríguez 'Viti', además de Calvo, de un delito de proposición de actividades sexuales.

Los exfutbolistas tendrán que indemnizar a la víctima conjunta y solidariamente con 50.000 euros y tendrán prohibido comunicarse con ella durante diez años. La sentencia tiene en cuenta el testimonio de la demandante porque "resultó corroborado por las personas más próximas y el informe psicológico". Se resta importancia a que ofreciera una versión diferente a personas con las que tenía menor confianza, hecho que se atribuye a la influencia de las redes sociales en la forma de atenuar lo que había sucedido. Además, la sentencia considera que los condenados sabían que la denunciante era menor de 16 años porque iba al instituto con uniforme y la madre de la joven se lo había hecho saber.

"No iré a prisión. ¿A quién hemos matado? ¡Quién ha redactado esta sentencia? Estoy acojonado, esto no tiene sentido. Es culpa vuestra [de los medios] y de la gente, de la presión mediática. Lo recorreremos y se verá. La gente, si es coherente, sabe que no hemos violado. No me arrepiento de nada. Si hubiera pasado hace 15 años estaríamos en casa jugando al parchís", ha dicho Rodríguez al abandonar los juzgados.