La llegada de Adrian Newey a Aston Martin fue uno de los grandes ‘bombazos’ que se recuerdan en los últimos años dentro del paddock de la Fórmula 1. Su salida de Red Bull ya fue muy comentada y polémica, y es uno de los motivos que ha acabado costándole el puesto de trabajo a Christian Horner, recientemente despedido. Y no tardaron en aparecer las especulaciones que colocaban al prestigioso ingeniero en otras fábricas.

Como era de esperar, recibió una cantidad de ofertas descomunal, gracias a la increíble reputación que tiene, por el fantástico trabajo que realizó en la marca de bebidas energéticas y previamente en Williams, logrando crear un coche muy competitivo, que conquistó varios campeonatos. Y su destino más probable parecía ser Ferrari, donde le ofrecían mucho dinero, con la intención de volver a reinar en ‘El Gran Circo’, una cosa que no hacen desde 2007, de la mano de Kimi Räikkönen.
De hecho, aseguraron que ya estaba todo apalabrado, y que fue uno de los argumentos que utilizaron para convencer a Lewis Hamilton para que abandonara Mercedes y probara suerte en la escudería italiana. Pero en un giro inesperado de los acontecimientos, el ingeniero británico optó por aceptar la oferta que Lawrence Stroll le presentó, con un contrato válido para las próximas cuatro temporadas, con un salario anual de 25 millones de euros netos.

Una alegría enorme para Fernando Alonso y para Lance Stroll, que pronto esperan dejar de tener uno de los peores coches, y poder aspirar a pelear por podios y victorias. Sin embargo, en todo momento ha quedado claro que el objetivo de Newey es crear un coche ganador de cara al siguiente año, 2026, descuidando por completo el diseño del AMR 25. Y es que la intención es aprovechar que habrá un cambio de normativa en la Fórmula 1 el próximo curso, y todas las escuderías comenzarán de cero.
Y en Aston Martin parecen tener una clara ventaja con respecto al resto de fábricas en la evolución del monoplaza, gracias a las horas de túnel de viento que tenían guardadas.
Newey ya ha diseñado la suspensión del AMR 26
Newey sigue trabajando en silencio, pero sin distracciones, y una de las cosas que ya tiene diseñadas es la suspensión que equipará al AMR 26, así que ahora podrá centrarse en otras piezas.
En Aston Martin la idea es clara, y no solamente quieren ganar, sino que quieren arrasar por completo a sus rivales.