Cuando se anunció el desembarco de Lewis Hamilton en Ferrari, todo parecía ser de color rosa. La escudería más laureada de todos los tiempos firmaba al piloto con más títulos de la historia, un matrimonio que estaba destinado al éxito, después de unos últimos años muy complicados para ambas partes. Comenzando por el piloto británico, que ya no confiaba en el proyecto de Mercedes, y había dejado de tener un coche competitivo.
Se vio claramente eclipsado por Max Verstappen y por Red Bull, y buscaba un cambio de aires para iniciar una nueva aventura, y volver a poder pelear por el campeonato de Fórmula 1, después de tres años teniendo que conformarse con algún podio, y con pocas opciones de conseguir victorias. Además, el contrato que la escudería italiana le puso encima de la mesa era simplemente astronómico, y prácticamente imposible de rechazar, ya que le ofrecían un sueldo desorbitado.

Mientras tanto, en la casa de Maranello esperaban encontrar de nuevo a un líder capaz de superar a los McLaren, y viendo la irregularidad de Charles Leclerc, optaron por el ‘44’. El problema es que las cosas, hasta el momento, no han funcionado como se podían llegar a imaginar ninguna de las dos partes, y han tenido más decepciones que alegrías. Y la tensión no ha dejado de aumentar, hasta el punto de ser prácticamente un auténtico infierno.
Hamilton no ha dudado en mostrar su decepción con el rendimiento del coche, y afirma que están muy lejos de poder ni siquiera competir con Oscar Piastri y con Lando Norris. Pero donde más crítico se ha mostrado es en la estrategia de carreras de Ferrari, que es sin ninguna duda el punto débil del equipo desde hace ya mucho tiempo. La última discusión tuvo lugar hace tan solo unos días, en el Gran Premio que se disputó en Austria, en el Red Bull Ring.

De nuevo, el heptacampeón del Mundo cuestionó las decisiones del equipo, y afirmó que no entendía los motivos por los cuales tanto él como Leclerc tenían la misma estrategia.
Hamilton y Ferrari, una historia que puede acabar en divorcio
Si la tensión sigue aumentando a media que avanzan las semanas, resultará inevitable que Hamilton no se plantee decir adiós a Ferrari, donde tampoco están satisfechos con él, pues se ha visto superado de forma habitual por su compañero de box, Leclerc.
Así que todo puede acabar en divorcio.