El 26 de enero de 1939 las tropas franquistas ocupaban Barcelona. Los días siguientes serían críticos: se pondría en marcha una represión ejemplarizante destinada a capturar a los republicanos que no se habían fugado, y, sobre todo, a atemorizar a la población catalana. El periodista e ingeniero Miquel Darnés retrata las tres primeras semanas de terror franquista en su primera novela, Tres contra déu. Dietari d'una ocupació, que publica Llibres de l'Índex. Es su particular venganza hacia un régimen que detesta: "Nunca he podido con el franquismo", explica, "soy una persona inquieta y me he dado cuenta de todo lo que me perdí por culpa del régimen en mi juventud, comparado con lo que vivían los jóvenes de los países europeos".

El hombre necesario

Miquel Darnés explica la historia de un corresponsal inglés que en el momento de la retirada republicana decide quedarse en Barcelona para poder explicar al mundo la previsiblemente violenta ocupación franquista. "El protagonista, Michael, decide que hace falta alguien que dé testimonio de la barbarie franquista, y que en aquellas circunstancias el único que puede hacerlo es él", apunta el autor. "El 80% de los periodistas se marcharon al exilio", recuerda Miquel Darnés. Y afirma que, en el fondo, su novela es un canto al optimismo: quién quiere resistir, tiene la posibilidad de hacerlo, pese a las dificultades.

Miquel Darnés Gustau Nerín

Entre la resignación y el miedo

Darnés explica que en aquellos momentos había muchos ciudadanos con miedo a las represalias, pero también había gente contenta. Comenta que había ciudadanos que celebraban "que se había acabado la guerra, porque estaban hartos de sufrir hambre, de los bombardeos..." Otros estaban todavía más contentos porque sin saber nada ocuparon puestos de responsabilidad: "Yo había tenido un profesor que no sabía nada de nada, pero que lo habían colocado por falangista", recuerda Darnés. La dominación fue más fácil porque "los más activos, las fuerzas vivas y los intelectuales, ya se habían marchado. Ya no había ganas de luchar. Ganó la resignación: la gente quería comer un poco más".

El rostro de la derrota

En la novela de Darnés hay dictadura, exilio, prisión, amenazas, intimidación, abusos... Retrata el rostro más duro de la derrota... Preguntado sobre si los catalanes tenemos una especial predilección por los derrotados, argumenta que "los derrotados tienen un punto de humanidad muy interesante. Ver cómo alguien se enfrenta a una derrota refleja muy bien cómo es una persona".

Canto al periodismo

Darnés quiere hacer con esta novela un homenaje al periodismo, un periodismo que resistió hasta el final ("una locutora de Ràdio Associació de Catalunya estuvo hablando por antena hasta que entraron las tropas en el estudio", explica), pero que también fue aplastado por el franquismo: "Pocos días después de la ocupación se quemó un tren de los Ferrocarriles Catalanes. No salió en ningún sitio. Nadie osaba escribir nada", explica Darnés. Darnés ya no ejerce de periodista, pero mantiene el amor por la profesión, y confiesa que el reportaje de Michael, el protagonista, es el reportaje que él habría querido hacer en aquellos momentos. Recuerda que él estuvo en la ciudad croata de Vukovar durante el asedio del ejército serbio, y recuerda que pasó unos días muy angustiantes en una ciudad que acabaría siendo masacrada. Aquel reportaje valió a Darnés y a sus compañeros el premio Actual Catalunya de TV3. Pero Darnés ve con pesimismo la situación de la profesión: "Este tipo de periodismo requiere tiempo, requiere recursos y necesita huir de las prisas. Este periodismo de gran reportaje tiene mucha calidad, pero está pasando a la historia. Ahora todo es inminente, todo son tuits. No se puede profundizar".

La especificidad catalana

Darnés explica que en su novela intenta explicar el tema catalán: "Más allá del dilema entre izquierdas y derechas, y entre democracia y dictadura, también está el tema catalán", apunta Darnés, "un tema que al protagonista, como a muchos extranjeros, se le hace difícil de entender". Darnés retratará personajes con diferentes posiciones respecto al nacionalismo, como un reflejo de la pluralidad de posiciones en la sociedad catalana, pero quiere recordar que "la cuestión catalana tuvo un papel clave en el estallido de la guerra civil. Sin esta tensión quizás la situación nunca hubiera llegado hasta adónde llegó".

Paralelismos con la actualidad

Darnés ve paralelismos entre aquel enero de 1939 y la actualidad. "Es cierto que entonces había una dictadura y ahora somos formalmente a una democracia", apunta, "es cierto que antes había campos de concentración y fusilamientos y ahora no", añade. Pero a pesar de todo, Darnés piensa que "ahora hay mucha violencia, como entonces; hay prisión, hay exilio, hay intimidaciones, hay humillaciones, hay mentiras, hay limitaciones a la libertad de expresión... Hoy mismo han atacado el Ateneu Popular de Sarrià. Los ataques fascistas se están normalizando", apunta al autor de Tres contra déu.

 

Fotografía de portada. Tropas italianas del CTV cruzando el Llobregat en enero de 1939. Fotografía de la exposición Fu la Spagna! de FMST.