"Tenemos a Thor en plena crisis de la mediana edad, tratando de descubrir su lugar en el mundo. Está perdido y quiere saber cuál es su propósito a la vida. ¿Tendrá que ser un héroe para siempre o tiene alguna cosa más por delante"?, plantea Taika Waititi (Raukokore, Nueva Zelanda, 1975) en las entrevistas promocionales antes del estreno de la divertidísima Thor: Love and Thunder, cuarta incursión en solitario (¿solitario?) del Dios del Trueno en la pantalla grande. "Hemos hecho una comedia romántica loca y salvaje ambientada en el espacio", añade Chris Hemsworth, una de las estrellas del MCU (Marvel Cinematic Universe), que interpreta al personaje por novena vez.

Desde su primera aparición en el nuevo filme, no hay espacio para la duda: la renovación integral del superhéroe, planteada por Waititi en Thor Ragnarok (2017) y redondeada, también por la enorme panza del personaje, en Vengadores: Endgame (2019), y con la complicidad del enorme talento de Chris Hemsworth para la comedia, continúa en esta nueva aventura. Una voz en off (la de Korg, el guerrero kroniano que acompaña a nuestro hombre en sus peripecias galácticas, a quien, en la versión original, dobla el propio Taika Waititi) nos hace un cómic repaso a la historia del personaje desde su infancia mientras suena Only Time, de Enya.

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Hay unas cuantas set pieces cachondas durante las dos horas de duración de Thor: Love and Thunder: en una batalla codo con codo con los Guardianes de la Galaxia; en el nuevo Aasgard convertido en un turístico pueblecito de pescadores donde se representa aquella función teatral donde Sam Neill hace de Odin y Matt Damon se viste de Loki (con nueva incorporación, no la desvelaremos aquí) en los cameos MCU; en los encuentros de Thor y su ex; en la relación entre el martillo Mjölnir y el hacha Destructora de Tormentas, o en la fabulosa visita al Templo Dorado donde se reúnen todos los Dioses del Universo, entre ellos un Zeus que nos recuerda ligeramente a aquel gladiador romano llamado Maximus Decimus Meridius. Y en un delicioso pasaje de pura comedia romántica donde escucharemos Our Last Summer de ABBA ("queríamos bandas vikingas en la banda sonora", bromea el director del filme). Hablamos de Enya y de ABBA, pero el uso narrativo, épico y, sobre todo, cómico de canciones de los años 80 y 90 (y también de cierta iconografía) se convierte en un festival durante la proyección: fundamentalmente, los guiños de Taika Waititi a Gun's'Roses (incluso hay un personaje que se hace decir Axl) incluyen cuatro temas, como Welcome to the Jungle o Sweet Child O'Mine, en medio de momentos que levantan al público de los asientos.

Taika Waititi: "Tenemos a Thor en plena crisis de la mediana edad, tratando de descubrir su lugar en el mundo. ¿Tendrá que ser un héroe para siempre o tiene alguna cosa más por delante?"

Con Christian Bale como malo de la peli, y con el retorno a la franquicia de una comodísima Natalie Portman como Jane Foster (ni Jane Fonda, ni Jodie Foster), esta nueva aventura continúa con el espíritu lúdico de Ragnarok. Lo explicaba Chris Hemsworth en una entrevista en Screen Rant: "Me sentía un poco atascado y aburrido del personaje hasta que Taika desmanteló y destruyó todo lo que conocíamos, y empezó de nuevo. Las dos películas con él son refrescantes. Mientras siga trabajando con directores como él, que aporten alguna cosa diferente, estoy dispuesto a lo que sea", explicaba, en medio de los rumores que apuntaban a que esta podría ser su última aparición como Dios del Trueno. Y es que, como medio Hollywood, Hemsworth ha caído a gatas bajo el influjo del cineasta neozelandés. Os damos algunas claves para entender por qué Waititi es uno de los apellidos de moda en Hollywood.

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¿La familia? Bien, gracias

"Todas mis películas son sobre la familia", afirma Taika Waititi. Una verdad escondida entre relatos llenos de vampiros, nazis, superhéroes o piratas. Pero vamos por partes: el cineasta empezó su exitosa trayectoria artística cuando estudiaba en la Universidad de Victoria: allí se juntó con cuatro compañeros para construir un grupo de comedia. Se hacían llamar So You're a Man, y entre sus miembros había unos tales Jemaine Clement y Bret McKenzie, después conocidos por su dúo Flight of the Conchords. Waititi y Clement también tenían su propio dúo, The Humorbeasts, y en 2014 escribieron y codirigieron la extraordinaria peli Lo que hacemos en las sombras, una delirante locura planteada como un documental que seguía el día a día de un grupito de vampiros que se preparan para disfrutar de un carnaval profano que se celebra en Nueva Zelanda. Vampiros que reciclan ropa de sus víctimas, pero que no saben cómo les queda porque no se pueden ver en el espejo. Vampiros que salen de fiesta, que se enfrentan a hombres-lobo y que se hacen amigos de un humano, informático y no muy hablador, denominado Stu. Y vampiros que, claro está, forman una familia. Convertida en serie por HBO Max, Lo que hacemos en las sombras abrió las puertas a un Waititi que ya había dirigido dos películas anteriores, también, claro está, dando la vuelta a la idea convencional de la familia: Eagle vs. Shark (2007) y Boy (2010).

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Hitler y el Oscar

Después de dirigir la estupenda A la caza de los ñumanos (2016), nuestro hombre fichó para Marvel, siempre atenta a pescar talento en el cine independiente para dar un sello diferencial a sus blockbusters. Thor Ragnarok (2017) le dio un vuelco (o dos) a las pelis del MCU. En este sentido, Waititi es tan relevante como James Gunn, el director de las pelis de los Guardianes de la Galaxia, otro trapacero capaz de dar una marcada personalidad a sus productos dentro de una maquinaria gigantesca. Ragnarok fue el primero de dos puntos de inflexión consecutivos y evidentes de la carrera de Taika Waititi. El segundo, las seis nominaciones a los Oscar de Jojo Rabbit (2019), que Waititi dirigía, escribía (se llevó la estatuilla a Mejor Guion Adaptado), producía y coprotagonizaba. Él era Adolf Hitler, el amigo imaginario del niño protagonista, en una fábula tan divertida como trágica, en la que un pequeño miembro de las Juventudes Hitlerianas descubre que su madre esconde a una niña judía en la buhardilla. "Un Führer adorable, peculiar y caprichoso", en palabras del propio Waititi, que internacionalizó, todavía más, su nombre. No era la primera vez que el cineasta neozelandés sacaba la cabeza en la ceremonia: el año 2003 fue candidato con el cortometraje Two Cars, One Night, y lo vimos haciéndose el dormido mientras se leían las nominaciones. Con el éxito de Jojo Rabbit, nuestro hombre ya era una realidad y encabezaba el interés y las preferencias de los grandes estudios de Hollywood.

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De Marvel a Star Wars

La escalada a la celebridad de Taika Waititi incluye proyectos de todo tipo. En el mundo de las series, es cocreador de Reservation Dogs (que encontraréis en Disney+) y de Wellington Paranormal (HBO Max), y ha dirigido episodios de The Mandalorian (Disney+) y de Nuestra bandera significa muerte (HBO Max), donde también interpreta al pirata Barbanegra. Como actor, ha dado la cara en pelis como Free Guy (2021), The Suicide Squad (2021) o en la recién estrenada La vida electrizante de Louis Wain (2021), y ha puesto voz en Lightyear (2022). Acaba de dirigir una nueva peli, Next Goal Wins, con Michael Fassbender y Elisabeth Moss. Y entre sus múltiples proyectos brillan una adaptación de Los héroes del tiempo (aquella delirante peli de culto de Terry Gilliam) por AppleTV+ y un nuevo largometraje de Star Wars del que Waititi no hace más que dar alguna pequeña pista: "Le estoy dando vueltas a algunas ideas, pero me gustaría hacer alguna cosa nueva, expandir el universo que ya conocemos, no ver planos del Halcón Milenario o a la abuela de Chewbacca", ha comentado en algunas entrevistas recientes.

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Protagonista de la prensa rosa

Padre de dos niñas de un primer matrimonio con Chelsea Winstanley, Taika Waititi es también carne de la prensa rosa. Desde hace un tiempo mantiene una relación sentimental con la cantante y compositora británica Rita Ora, y recientemente se hacía público su compromiso que, explican, llevaría a su boda este verano. Sin embargo, en un momento digno de cualquiera de sus películas o guiones, Waititi se vio en medio de una controversia cuando, ahora hace un año, las redes sociales se llenaron de unas fotografías donde la pareja aparecía besándose con la actriz Tessa Thompson (Rey, sí, en masculino, Valkyria de los dos últimos filmes de Thor, un personaje abiertamente LGTBIQ+ que dinamita los roles de género en Marvel). A partir de estas viralizadas imágenes, el Daily Telegraph publicó un presunto descontento de Marvel Studios porque aparentemente esta no era la imagen que buscaban dar al público. Y nuevas informaciones sostenían que la empresa estaba preocupada porque la relación entre Thompson y Waititi era cada vez peor. Nuestro hombre no ha hecho manifestaciones al respecto, sólo explicó en una entrevista que "las polémicas en Internet desaparecen enseguida", y que no estaban haciendo nada malo: "¿Es tan importante? No, en realidad no", dejando con la miel en los labios a centenares de miles de morbosos que deseaban que este trío fuera real y no una de las burlas habituales de Waititi a los paparazzis que, de vez en cuando, lo tienen como objetivo.