This is America, de Childish Gambino, se erigió hoy con el premio a la mejor canción del año en la 61 edición de los Grammy. Gambino es el alter ego de Donald Glover, una de las grandes estrellas actuales del panorama musical y cinematográfico estadounidense.

La cantante de country Kacey Musgraves ha reinado en los Grammy con cuatro premios, incluido mejor álbum del año Golden Hour, en una gala histórica para Childish Gambino, ganador de otros cuatro galardones, y para la latina Cardi B, primera mujer en llevarse el mejor álbum de rap.

Lady Gaga ha brillado con luz propia gracias a sus tres gramófonos en las categorías de mejor actuación pop individual Joanne, mejor actuación pop de un dúo o grupo y mejor canción escrita para un medio visual, ambos por Shallow.

"Estoy muy orgullosa de ser parte de una película que aborda los problemas de salud mental. Muchos artistas los sufren. Si lo veis en alguien, no retiréis la mirada. Si sois vosotros quienes los sufrís, aunque sea duro, tratad de encontrar el coraje y decidlo", dijo Gaga, que aspira también al Óscar como mejor actriz por A Star is Born.

Además, hubo un gran homenaje a Dolly Parton, que compartió escenario con Katy Perry y Kacey Musgraves (Here You Come Again), Miley Cyrus (Jolene), Marren Morris (After the Gold Rush) y Little Big Town (Red Shoes), antes de reunir a todos ellos para cantar 9 to 5.

Y la gala, que duró tres horas y 40 minutos, echó el cierre con un tributo a la difunta Aretha Franklin por parte de Andra Day, Fantasia y Yolanda Adams.

Otros momentos destacados llegaron con el premio a la mejor canción rap (God's Plan, de Drake), el premio al mejor álbum R&B (H.E.R., H.E.R.) y mejor nuevo artista (Dua Lipa), aunque pocos lograron la conexión con el público que la suscitada por el número inicial protagonizado por la cubana Camila Cabello.

Cabello, en una actuación que parecía extraída de los Grammy Latino, cantó Havana acompañada por Young Thug, Ricky Martin, Arturo Sandoval y J Balvin, a quien se le pudo ver con un periódico que rezaba: "Construyan puentes, no muros". Únicamente una presencia tan magnética como la de la ex primera dama estadounidense Michelle Obama eclipsó ese fastuoso arranque.

Obama, acompañada por Jennifer López, Lady Gaga, Jada Pinkett Smith y Alicia Keys, presentadora de la gala, aseguró que la música ayuda a la gente a compartir "su dignidad, sus tristezas, sus esperanzas y sus alegrías".