La periodista y escritora bielorrusa Svetlana Aleksiévich ha sido galardonada con el Premi Internacional Catalunya 2022, "por su destacada trayectoria literaria y su poderosa obra sobre las consecuencias del imperio soviético — en Chernóbil y mucho más allá". Una obra que "la autora sigue desarrollando desde el exilio". El galardón se suma al Premio Nobel de Literatura que recibió el año 2015, por "su escritura polifónica, un monumento al sufrimiento y al valor en nuestros tiempos". Entre sus obras destacan El fin del «Homo sovieticus» (2013), Voces de Chernóbil. Crónica del futuro (1997) y La guerra no tiene rostro de mujer (1985), todas ellas traducidas al catalán por Raig Verd. El anterior galardón fue para Judith Butler, referente de la filosofía feminista y queer.

"Bielorrusa, de origen ucraniano, se ha implicado fuertemente en la oposición al régimen del presidente bielorruso (Alexandr) Lukashenko y también contra la invasión rusa de Ucrania", ha explicado este lunes la presidenta delegada del Premi Internacional Catalunya, la lingüista Mary Ann Newman. Así, estas muestras de activismo "otorgan especial relevancia a esta candidatura". Pero también "se ha valorado la capacidad y constancia de Svetlana Aleksiévich, desde 1985 hasta el presente, para aproximarnos a la vida real del mundo soviético y postsoviético, componente, mediante mil detalles psicológicos, materiales, documentales y, quizás el más sutil, poéticos, un espejo en el cual hace falta que nos miremos al espejo". "No solo el hombre rojo, sino toda la humanidad", añade, además de reconocerle "su constancia en la recopilación de los testimonios individuales del ámbito ruso, y la revelación, a través de la narración literaria, de las verdades escondidas detrás de lo que ella misma ha caracterizado como velo de banalidad".

Aleksiévich: la "novela de voces" y el exilio

Nacida en 1948 en Ucrania, creció en Bielorrusia. El año 1972 se licenció en periodismo en la Universidad de Minsk y forjó su carrera con la entrevista a testimonios de los acontecimientos más dramáticos de la Unión Soviética: la Segunda Guerra Mundial ( La guerra no tiene rostro de mujer y Últimos testigos), la invasión soviética de Afganistán (Los muchachos del zinc), la caída de la URSS (El fin del «Homo sovieticus») y el accidente nuclear de Chernobil (Voces de Chernóbil). Así, creó su propio género literario: la "novela de voces", para explicar el mundo soviético y postsoviético desde la perspectiva de la gente común. Desgraciadamente, el año 2000 se vio obligada a abandonar el país por la persecución del régimen de Lukashenko y ha vivido en París, Göteborg y Berlín.

La noticia lo ha dado a conocer el president de la Generalitat, Pere Aragonès, que el lunes entregará el galardón a Aleksiévich en un acto institucional en Palau. La distinción se creó en 1989 para reconocer y estimular a los creadores, ofrecer a los catalanes ejemplos de la más alta calidad y exigencia en todos los aspectos, y situar Catalunya en la escena de los grandes galardones internacionales. Está dotado con 80.000 euros y la escultura "La clau i la lletra" de Antoni Tàpies. Se otorga anualmente a aquellas personas que han contribuido de manera decisiva a desarrollar los valores culturales, científicos o humanos. El jurado del XXXIV Premi Internacional Catalunya ha sido formado por Núria Basi, Lana Bastašić, Juan Manuel Bonet, Agustí Colomines, Barbara Hendricks, Therese Jamaa, Andreu Mas-Colell, Edgar Morin, Ambler Moss, Bel Olid, Carme Pigem, Josep Ramoneda, Saskia Sassen, Richard Sennet, Gianni Vattimo y la mencionada Mary Ann Newman.