La Generalitat ha abierto la regularización de unas 60 radios comunitarias sin ánimo de lucro que operan en el país. Se trata de emisoras del denominado Tercer Sector, que atienden inmigrantes, minorías religiosas u otros colectivos que "normalmente no son acogidos en los medios audiovisuales públicos ni en los comerciales", explica Ferran Armengol, responsable jurídico de la dirección general de medios de comunicación.

Este sector ha ido a la baja en los últimos años (llegó a incluir un centenar de radios) en parte por falta de cobertura legal. Carecer de acreditación jurídica pone muy difícil a estas emisoras a la hora de obtener subvenciones o participar en concursos públicos y las expone a emitir interfiriendo frecuencias profesionales.

El decreto regulará la situación de esas radios y les otorgará frecuencias para emitir. El borrador, ya a exposición pública al portal de participación de la Generalitat, establece que tendrán que justificar que los promotores son entidades del Tercer Sector y se les exigirá la presentación de comunicación previa y obtener una licencia.

Es decir, la aprobación del decreto no implica naturalizar cualquier emisora por el simple hecho de que ya existe. Todas tendrán que regularizar su situación desde cero.

Estas radios no podrán emitir publicidad y deberán que financiarse vía cuotas de socios, donaciones, subvenciones o patrocinios.

Inseguridad

En Catalunya hay 58 radios en estas condiciones, la mayoría concentradas en el área metropolitana de Barcelona, según datos del Observatori de la Ràdio y otras fuentes no oficiales.

Son emisoras de poca potencia, que apenas cubren un barrio o un municipio pequeño. En general, ofrecen una programación diferente de la de la radio profesional, básicamente cultural y sin ánimo de lucro. Todas están en situación anómala. Hasta ahora, se las ha dejado operar si no interferían a otras emisoras profesionales. Es esta situación de inseguridad la que se regularizarà.

"Hay muy desaprensivo, mucha emisora pirata. Es necesario que estas radios demuestren que tienen un plan que garantice que cumplen una tarea comunitaria", añade Armengol.

Otro objetivo del decreto es frenar "el auge de actividades de radiodifusión ilegal" favorecidas por la insuficiencia de la regulación, dice el borrador.

Esta insuficiencia deriva de la falta de reglamentación tanto de la Ley de la Comunicación Audiovisual de Catalunya como de la Ley General de la Comunicación Audiovisual española de 2010. Ambas establecen que se otorguen frecuencias a estas emisoras pero no desarrollan este mandato. Otras instancias internacionales recomiendan que se facilite la actividad de este tercer sector radiofónico.

Las frecuencias

Las frecuencias que se otorgarán son las que debían quedar disponibles para telefonía móvil en lo que se denomina "segundo dividendo digital". Esta redistribución del espectro radioeléctrico tenía que ejecutarse en el 2019 pero la Unión Europea la ha aplazado hasta el 2030, según fuentes del sector.

El borrador de decreto también incluye medidas de fomento de estas emisoras.

Dentro de este sector se han camuflado otras radios que hacen competencia desleal a la radio profesional, que paga tasas por sus licencias de emisión. La mayoría de estas emisoras irregulares eran radio fórmulas musicales y latinas, explica un informe del Observatorio de la Radio de 2009.

Las radios comunitarias que emiten por internet no necesitarán licencia, pero hará falta que figuren en un registro oficial si quieren acceder a fondos públicos u otras convocatorias oficiales.

Viejo proyecto

El último informe del Observatori de la Ràdio explica que este tercer sector radiofónico es heterogéneo e inestable desde sus orígenes, con la aparición de Ona Lliure en 1979.

Entre 2007 y 2011 nacieron o desaparecieron una sesentena de radios. Entre altas y bajas, cada año se produjeron una docena de cambios. Aproximadamente, el 40% del centenar de radios que entonces lo integraban transmitía desde el Barcelonès.

El proyecto de regulación de las radios del Tercer Sector se emprendió siendo Josep Manuel Tresserras conseller de Cultura, en tiempos del Tripartito. El borrador llegó a ser aprobado por el Consell del Audiovisual de Catalunya en septiembre de 2010 pero nunca llegó al Parlament. Pocos días después de su aprobación se disolvía la cámara catalana. Ese proyecto no llegó a tiempo.

Emisiones ilegales

Por otra parte, la dirección general de Mitjans de Comunicació utilizará portadores para anular las emisiones de radio sin licencia. Se trata de emisiones sin contenido (un silbido) que se sobrepone a los contenidos piratas.

Esta medida se aplicará si las actuaciones de la dirección general no son suficientes para detener la actividad ilegal. Muchas veces, los responsables de una emisora precintada continúan la emisión, cosa que obliga a presentar denuncia ante de los Mossos D'Esquadra e iniciar un engorroso trámite.

La mencionada dirección, que encabeza Jordi del Rio, ha realizado en 2016 unas 300 actuaciones contra emisores audiovisuales sin licencia. De estas, 106 son inspecciones. También asegura en un comunicado que ha abierto "numerosos expedientes sancionadores" contra las principales emisoras piratas detectadas del área metropolitana, especialmente en el barrio del Carmel de Barcelona.