El director de cine Mariano Ozores ha muerto en su domicilio de Madrid a los 98 años, tal y como ha informado la Academia de Cine. Perteneciente al clan Ozores, familia abocada a la interpretación, se trata de uno de los cineastas más prolíficos de su generación y de la historia del cine español, conocido por su sentido del humor y su capacidad de hacer reír a través de sus películas. El madrileño, que recogió el Goya de Honor en 2016, cosechó un centenar de películas en toda su trayectoria.
Nacido en Madrid en 1923, pertenece a una familia estrechamente vinculada con la interpretación y el cine. Fue el segundo hijo de Luisa Puchol y Mariano Ozores, actores de teatro. A los 17 años comenzó a trabajar en la compañía teatral de sus padres, intentando seguir el camino de su familia para iniciarse en la interpretación, pero pronto se dio cuenta de que ese no era su campo. Sí lo fue de sus hermanos Antonio y José Luis Ozores, ambos actores ya fallecidos. A partir de 1952 se aventuró en el cine, aunque su debut como director fue en 1959 con Las dos y media y veneno, protagonizada precisamente por sus hermanos y su cuñada, Elisa Montes.
A partir de ahí, su trayectoria cinematográfica no paró de dilatarse. Puede presumir de tener el título del segundo director con más películas a su nombre en España, con un total de 96 producciones, todas ellas buscando la simpleza y la rapidez, así como la rentabilidad. En todo el 1982, por ejemplo, llegó a rodar hasta seis cintas. De este modo, durante cinco décadas trabajó con los actores más famosos de cada época, como José Luis López Vázquez, Alfredo Landa, Concha Velasco, Lina Morgan, Gracita Morales, Florinda Chico, Manolo Escobar o José Sacristán.

También, junto a al productor José María Reyzabal, vio el potencial que podían tener Fernando Esteso y Andrés Pajares como dúo cómico. Coincidiendo con “el destape”, se formó un trío imparable que comenzó con el éxito de Los bingueros en 1979 y que llegó a conseguir más de un millón de espectadores por cada una de las nueve películas que hicieron juntos. Incluso su tercera colaboración, Yo hice a Roque III, consiguió que retrasasen dos semanas el estreno de El Imperio contraataca en España porque la distribuidora sabía que la película de Irvin Kershner no podría competir contra el trío.
El humor siempre fue el campo de batalla preferido de Ozores, y donde se sentía más cómodo. Entendió que la clave de la comedia eran la sorpresa del espectador, el contraste de distintas situaciones y la representación de la cotidianidad para que este se pudiera identificar con lo que veía en pantalla. La simbiosis entre guiones y chistes le hicieron retratar a la sociedad española, parodiando lo que pasaba en España. Ejemplos son producciones como En un lugar de la Manga, Los Caraduros, Que gozada de divorcio o Los bingueros.
Además, fue uno de los primeros nombres en formar parte de la Academia de Cine, y en 2016 se le concedió el Goya de Honor, galardón con el que recordó a todos los actores con los que había trabajado y, en especial, a sus dos hermanos, mientras le acompañaban sus sobrinas, las actrices Adriana y Emma Ozores. El director siempre decía que la risa española era “grande, explosiva y con un gran sentido del humor, y para ello dejó casi 100 títulos que seguirán vivos en el imaginario colectivo del cine español.