Las frases hechas esconden tesoros de sabiduría popular, y por eso llevamos siglos recolectándolas. Por desgracia, el ritmo de la innovación, el cambio social (ya no vivimos ni convivimos con los abuelos como antaño) y otros factores ejercen de cortafuegos a la hora de transmitirlas, y muchos refranes populares van perdiendo uso. ¡Hay que ponerle remedio!
De momento, nosotros te dejamos aquí 7 dichos catalanes que posiblemente no hayas oído antes y querrás empezar a utilizar. ¿O tal vez te desbloqueemos algún recuerdo?
🗣️ Estas palabras catalanas son un calco del castellano: ¿lo sabías?
1. El ventre porta les cames
¿Cuándo decirlo?
Cuando tengas hambre y alguien te diga que te esperes, o que hagas algún trabajo antes. Quiere decir que, si no se come, difícilmente pueden tener las piernas fuerza para nada.
2. Advocats i procuradors, a l’infern de dos en dos
¿Cuándo decirlo?
Ante cualquier disgusto legal, tanto propio como ajeno, si hay afinidad y es percibido como injusto. Vale para quejarse de la Audiencia Nacional, o por el juicio que acabas de perder.
3. De diners i de bondat, la meitat de la meitat
¿Cuándo decirlo?
Cuando veas a alguien alardeando de dinero o de buenas acciones, el llamado en inglés virtue signalling, es un gran momento para espetárselo: son cosas de las que se alardea más de lo que hay en realidad. Tiene un equivalente castellano, que es “De dinero y calidad (o santidad), la mitad de la mitad”.
4. Tothom vol justícia, però no per a casa seva
¿Cuándo decirlo?
Díselo a aquella gente que predica una cosa y hace la contraria. En redes como X, es una frase que se puede aplicar a muchísima gente. Son la gente que, por ejemplo, critica que se hagan ciertas cosas, y cuando de repente les afecta a ellos ya encuentran justificación para todo, o directamente cambian su opinión.
5. La cabra, pels seus pecats, porta els genolls pelats
¿Cuándo decirlo?
Es ideal para soltárselo a los imprudentes. Alude a las cabras, que si ven una hierba comestible son capaces de escalar la ladera más vertical y peligrosa, apoyándose en las rodillas si es preciso. Lo mismo vale para los niños que vienen del colegio con las rodillas peladas, el conductor imprudente que se acaba pegando un leñazo, o el defraudador sistemático al que Hacienda pilla y empapela.
6. Qui és desgraciat, amb els collons entropessa
¿Cuándo decirlo?
Cuando todo va mal. ¿Sabes esas rachas terribles en las que todo sale mal? ¿O esos días que mejor no levantarse de la cama? O cuando vemos que a un amigo, enemigo o conocido le sale todo al revés y solo le pasan desgracias.
7. Qui oli remena, els dits se n’unta
¿Cuándo decirlo?
Cuando veas una situación delicada, turbia o extraña, en la que es mejor no pillarse los dedos. Discusiones en las que es mejor no intervenir, asuntos en los que es mejor mantenerse al margen. Claro que, dependiendo de las circunstancias, puedes usarlo para meterte con la gente que no se moja cuando debería mojarse.
¿Qué te parecen estos refranes catalanes? ¡Seguro que enseguida encuentras situaciones en las que utilizarlos!