Se termina el año y nada mejor que hacerlo con un recopilatorio de los mejores discos del 2022, los mejores álbumes que nos ha dejado este año. Después de años sirviendo lo más memorable a golpe de cadera, el horizonte musical se ha expandido. O se ha contraído. Pues han vuelto a destacar los revival, con pizquitas de vanguardia (Rocío Márquez & Bronquio o Guitarricadelafuente) o respetando los cánones (Beyoncé). No es que 2022 haya estado huérfano del mesías del reggaeton, Bad Bunny no ha faltado a su cita, buenas excusas (Moscow mule o Andrea), no las mejores de su carrera, pero la temporada ha bajado a la pista de baile con otras intenciones para poder seleccionar los 10 mejores discos internacionales (y estatales) de este año 2022 que ya se acaba.

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Incluso el compatriota del Conejo malo, Rauw Alejandro, se ha decantado por un largo más ochentero que diablón. Tiene buenos motivos para la fiesta el basto regreso soul de Beyoncé y, por supuesto, la ensalada pop de Stromae. Afrobeat y electrónica al servicio de lo identitario. La misma idea, con diferente traje, la de Fred Again.., otro de los indispensables en el último lustro. El británico ha hecho de la honestidad brutal su marca. La misma marca que el rapero que encabeza la lista; ya van años haciendo como nadie lo que mejor sabe. No siempre la novedad es sinónimo de excelencia.

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Amaia ha triunfado este año con su álbum Cuando no sé quién soy.

10. Taylor Swift

Cuando Taylor Swift habla, el mercado calla. Y escucha. No solo por su poder, es una de las artistas más escuchadas de Spotify y acérrima defensora de los derechos de autor en la industria, sobre todo por su evolución: Midnight recoge el testigo cálido de sus últimos discos folk, de abellotado sonido. Esta vez, sobre una pátina pop. No hay quien le tosa.

9. Amaia

El tiempo siempre demuestra cómo de tramposos pueden llegar a ser los debuts. Verdades a medias para la mayoría de artistas. El caso de la ex Operación Triunfo, Amaia, es descarado. Cuando no sé quién soy explota definitivamente, mucho más completo que Pero no pasa nada (2019): contradicción, una voz capaz de saltar del punk adolescente (La canción que no quiero cantar) a los medios tiempos soberbios (versión de Santos que yo te pinté o Yamaguchi). Del mainstream al indie y tiro porque me toca.

8. Rauw Alejandro

Tener como vecinos a Bad Bunny u Ozuna no debe ser fácil. Solo Jamaica puede comerle la tostada a Puerto Rico en la alucinante cantidad de músicos por metro cuadrado que ostenta. Ante tal prolijo, destacar puede pasar simplemente por aferrarse a un sentimiento. Alejandro ha dejado de lado el sonido ochentero estético y se ha pasado a lo oscuro en un disco largo, desigual, pero diferente. El futuro de Saturno –y del baile– es  Dime quién????.

7. Wet Leg

¿Que si en 2022 las guitarras seguirán? ¿Que si en 2022 viajaremos en vehículos aerodeslizantes? Estamos igual de lejos de erradicar la huella ecológica como de desterrar el lo-fi de nuestra vida. Cada año se cuela en nuestra memoria, cierto es que como se cuela se disipa al poco tiempo, un disco un punto bobainas y aesthetic a la vez. Wet Leg es el nombre efímero –o no– de la temporada.

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Guitarricadelafuente es uno de los artistas emergentes más relevantes del panorama musical estatal.

6. Guitarricadelafuente

La cantera ha llegado, así de fácil, para demostrar que los adelantos de Guitarricadelafuente eran lo que parecían: todo un mundo acabado en -ico (raíces aragonesas), mezclado con la calufa de su Benicassim natal y lo cosmopolita de su Barcelona de acogida (ha contribuído a la meticulosa producción en la capital catalana el reputado Raül Refree). Bon Iver y Arcade Fire, juntos, con guitarra española.

5. Fred Again..

La fiebre por Fred Again.. se está convirtiendo en crónica. Pareciera que sus dos primeros discos, con ese gusto por la tradición más británica de la música electrónica, pero a su vez por lo más universal –en Occidente al menos– de los audios de desconocidos, serían un bálsamo pandémico. Pero está yendo más allá: sus tres Actual life serán recordados como la nueva-nueva normalidad. El productor cierra la prolífica trilogía más enfocado al club.

4. Rocío Márquez & Bronquio

Cada año la música de raíz se amarra al presente gracias a propuestas como la de Rocío Márquez & Bronquio. Tercer cielo es una hora de quejío bastardo. El disco además ha llegado al directo con uno de los formatos más impactantes de 2022. Márquez es un monstruo escénico y Bronquio, Bronquio un productor arrollador.

3. Beyoncé

Qué debe pasarse por la cabeza de una diva en vida de la música. Conocemos, como mínimo, aquello que se materializa. Y no es poca locura: Beyoncé se ha propuesto en tres partes contar la historia de la música. De sus músicas. El catálogo del baile definitivo. Del siglo pasado hasta nuestros días. La primera muestra, el masivo Renaissance.

2. Stromae

El retiro prematuro de Stromae fue un mazazo pop. Sorprendente su marcha tras racine carrée (2013), así como su vuelta sin demasiado aviso con Multitude. El descanso ha servido para extraer conclusiones, explorar –todavía más– su identidad y darle otra vuelta a la música masiva de este siglo. Con propuestas siempre sorprendentes: todavía hiela el momento en que el músico se pone a cantar la brutal L’enfer en medio del telenoticias.

1. Kendrick Lamar

Damn (2017) ya dejó claro que el mejor rapero no –solo– se autoproclama, a diferencia de los designios del excéntrico Kanye West… Se es. Punto. Si al magno dominio de la palabra y los recursos electrónicos a las bases le sumas la ambición por hacer, más que un disco, unas tablas sagradas de la música afroamericana, entra en escena el mastodóntico Mr Morale & The Big Steppers. Digno heredero de lo mejor de lo mejor, de Prince a Outkast.