La foto de perfil está conformada por el EVA-01, de la serie de culto Neon Genesis Evangelion, y una senyera; señal inequívoca que nos encontramos ante una cuenta particular. Un referente vinculado al mundo del anime —y no de cualquier anime, seguramente del más simbólico de la historia— y el emblema por antonomasia de la catalanor. Nada puede salir mal.

Desde el pasado mes de julio, un usuario llamado Lo-Fi en català se dedica a aplicar el filtro low-fidelity a algunas de las canciones más míticas de la música catalana contemporánea. El resultado es acojonante y probablemente todavía no ha recibido el mérito que se merece. Pero vamos por partes.

¿Qué es la música lo-fi?

El lo-fi es una técnica de grabación que busca conseguir un sonido granulado, sucio, más melódico y alejado de las tonadas comerciales. Este estilo casero nació en la década de los 40, cuando las discográficas independientes y de bajo presupuesto se veían obligadas a gravar canciones con aparatos antiguos de baja fidelidad. De la necesidad, pues, se hizo un recurso.

Ahora, en cambio, hay centenares de artistas que apuestan por el lo-fi por una cuestión puramente estética. Es decir, aunque podrían conseguir un sonido de primera calidad, aplican filtros de este estilo para recrear la forma. Desde hace unos años, este 'género' —que por definición no lo es— ha explotado en YouTube, donde miles de usuarios desnaturalizan sus temas preferidos para que adquieran la sonoridad lo-fi. En muchas ocasiones, infringiendo los derechos de copyright de la canción gracias al propio filtro, que permite esquivar los algoritmos de la plataforma de vídeos.

Por relajarse, para estudiar o simplemente para disfrutar del beat en ratos muertos, las estaciones de radio lo-fi, sobre todo las que apuestan por melodías vinculadas al hip-hop, el jazz y el indie, se han convertido en un clásico del portal.

Lo-fi en catalán

Es en este contexto donde podemos enmarcar los vídeos del perfil Lo-Fi en català. En pocos meses de vida, la cuenta ya ha compartido versiones lo-fi de canciones como Declaració de principis, de la Iaia, Alegria, de Antònia Font, Estimar-te como la tierra, de Ginestà, o Cert, clar i breu, una versión que los Manel interpretaron del tema de Mishima.

Todo, combinado con escenas de animación japonesa —en este caso, escogidas a conciencia para que coincidan con las que nos brindó el desaparecido 3XL— e imágenes de estética aesthetic, es decir, que generan placer y satisfacción cuando las miramos; un recurso recurrente de esta nueva ola lo-fi.