El cine catalán hace historia. Tres películas de producción catalana: Romería, la nueva cinta de la cineasta catalana Carla Simón, filme que llegará este viernes, 5 de septiembre, a las salas de cine, Sîrat, d'Oliver Laxe y Sorda, de Eva Libertad, han sido preseleccionadas para representar a España en la próxima edición de los Oscar en la categoría de Mejor Película Internacional. Será la número 98, gran gala del séptimo arte que se celebrará el 15 de marzo de 2026. Así lo ha anunciado esta mañana la Academia del Cine de España, en un acto presentado por la actriz Emma Suárez y el actor Juan Diego Botto.
Último capítulo de la trilogía
"Romería nace de la frustración de no saber mucho sobre mis padres", confesaba Simón en el estreno, muy aclamado, de su tercer largometraje, en la pasada edición del Festival de Canes. Una cinta con la que la cineasta catalana cierra una trilogía sobre sus raíces familiares. Tríptico que inició con Estiu 1993 (2017), continuó con Alcarràs (2022) y que ahora culmina con Romería. Con su tercer largometraje, Carla Simón explora sus raíces gallegas, en este caso, las de su padre.

La cineasta catalana se sirve del dietario de su madre para reconstruir la vida que durante unos meses ella (la madre) y su padre vivieron en Vigo, con la adicción a las drogas y el sida como telón de fondo. Por ello es un filme "con muchos más riesgos", más experimental formalmente, que quiere recordar a una generación —la de sus padres— educada en una sociedad reprimida y conservadora que "rompió con todo". "Quería hablar de ello evitando tanto el juicio como el romanticismo", confiesa entonces desde Canes en una entrevista con la ACN. Conversación en la que Simón reconocía que cerrar la trilogía ha sido "muy liberador", aunque a la vez admitía cierta frustración por haberse dado cuenta "de que es muy difícil" reconstruir su memoria familiar.
Una marcianada que deja al espectador patas arriba
Avalada por el Gran Premio del Jurado de la última edición del Festival de Canes, no ha sido ninguna sorpresa que Sîrat haya sido otra de las películas preseleccionadas a los Oscar 2026. Cinta dirigida por el director gallego Oliver Laxe y de producción catalana, Sîrat, explicaba su autor, "es una película sobre la amistad y la familia, que acaba suponiendo esa comunidad llena de cicatrices". Una particularísima road movie en tránsito entre el cielo y el infierno, que sigue la peripecia de un hombre (Sergi López) y su hijo en busca de la hija desaparecida meses atrás: las pistas les llevan hasta una rave en medio del desierto de Mauritania. El trayecto les llevará a compartir camino con un grupo de asistentes a esta fiesta de techno, todos ellos inadaptados, marginales, una especie de piratas contemporáneos antisistema, que no sabemos muy bien si son hippies o punks, o ambas cosas, o ninguna de ellas.
"Sirât es un artefacto muy potente", nos advertía en una entrevista su protagonista. "Una película muy arriesgada y muy contundente. Una marcianada, en muchos sentidos, que deja al espectador patas arriba. Es el relato de la colisión de dos mundos totalmente opuestos: el de un señor convencional, del que no sabemos prácticamente nada, pero que ya se ve que es un tipo de andar por casa, en contraposición a este mundo tan bestia de los raveros, una gente que está preparada para sobrevivir donde sea. Una subcultura marcada por una música muy potente. Por eso la película tiene esta banda sonora de música electrónica que te hace levantarte de la butaca del cine. Es una película especial. Fue un gozo poder disfrutar de la proyección en aquella sala tan grande y bonita de Canes".
Los sonidos del silencio
La tercera película preseleccionada ha sido Sorda, la ópera prima de la cineasta Eva Libertad, nuevamente, película de producción catalana. Una cinta, tal como nos advertía nuestro crítico cinematográfico Àlex Montoya en su reseña, llena de instantes que manifiestan la insensibilidad y la indiferencia de una sociedad que deja de lado a tanta y tanta gente que vive con lo que llamamos discapacidades.

Podríamos resolver que la Sorda del título se refiere a la protagonista, pero no es arriesgado afirmar que señala también a la sociedad que la rodea, a ti, a mí, a todos nosotros. Porque parecemos incapaces de escuchar, de atender, de ver que los dejamos de lado constantemente, que no levantamos ninguna de las barreras que, en este caso, las personas no oyentes se encuentran en su día a día. Que no tratamos de hacer un poco menos complicada su cotidianidad.