Aprovechando la oleada de best-sellers sobre el proceso soberanista, Borja de Riquer publicará próximamente Anar de debò. Els catalans i Espanya (Rosa dels Vents). Es una compilación de artículos en los que este historiador trata de analizar las relaciones entre Catalunya y España desde el siglo XIX hasta nuestros días. Su tesis: que los esfuerzos de los catalanes por integrarse en una España diversa han fracasado repetidamente. Los intentos de los catalanes para hacerse escuchar en la política española serían una "experiencia fallida". Por eso, ahora hace falta “Ir en serio” y conseguir la independencia, porque deja claro que “el procés es irreversible y no tiene marcha atrás”.

¿Qué había antes del Estatuto?

Los politólogos están de acuerdo en que el proceso soberanista se inicia por la oposición del Gobierno central y de los aparatos del Estado al Estatuto de 2006. La sentencia del Constitucional del 2010 abrió las puertas a una movilización social sin precedentes. El movimiento independentista, que hasta ese momento había sido muy minoritario, ganó terreno rápidamente. Pero Riquer argumenta que las raíces del problema pueden detectarse mucho tiempo antes. E intenta investigar las relaciones históricas entre Catalunya y España para entender cómo han ido evolucionando durante los últimos dos siglos. Y asegura que no ha sido un camino de rosas.

España versus Catalunya, una larga historia

Borja de Riquer plantea que desde el siglo XIX la cultura política de Catalunya ha sido diferente de la del resto del Estado, posiblemente porque mientras Catalunya se industrializaba, el centro de España desconfiaba profundamente de la industrialización. Pero esta cultura política catalana no se hizo presente en los aparatos del Estado: Riquer denuncia el bajo número de los catalanes en el gobierno, ya en el siglo XIX. En diferentes momentos de este periodo, como durante el Sexenio Revolucionario (1868-1874), hubo intentos serios de articulación de las políticas españolas y catalanas, pero estos intentos no tuvieron mucha duración y acabaron yéndose al garete.

Las bases populares del catalanismo

Frente a una izquierda centralista que siempre acusa al catalanismo de burgués, Borja de Riquer argumenta que los principios del catalanismo los encontramos en la izquierda, y habla de un precatalanismo de raíz popular. Revisa la figura de Valentí Almirall y de su catalanismo democrático, y constata que se trata de un catalanismo que no se basa en un pasado mitificado, sino en la voluntad de consenso entre la población. Un catalanismo que es perfectamente compatible con la reivindicación de otros derechos y que representa un movimiento muy moderno, frente al catalanismo católico, de base cultural e histórica, que no consigue ser tan integrador.

Una burguesía fracasada

Borja de Riquer constata que la alta burguesía, sistemáticamente, intentó hacer de puente entre el Estado y la sociedad catalana. Pero en este intento aceptó una posición de subordinación frente a los aparatos del Estado, lo que les impidió actuar con independencia de criterio. Para Riquer, la única posibilidad de que las demandas de los catalanes puedan salir bien es que las clases altas, o parte de ellas, se alíen a las clases populares, en una apuesta que resultará beneficiosa a ambas a medio plazo. Pero asegura que la mayor parte de intentos interclasistas han fracasado, por el miedo de las clases dominantes al cambio político y a la inestabilidad. La alta burguesía catalana históricamente ha sido, por convicción o por estrategia, una aliada del Estado.

Unión efímera en el siglo XX

Borja de Riquer analiza la Solidaridad Catalana, la gran alianza catalanista de 1906, y asegura que su fracaso era previsible, porque se había formado con objetivos coyunturales. Pero para Riquer, la Solidaridad cambió el punto de vista político catalán, ya que el eje catalanista se incorporó a todas las fuerzas políticas que a partir de entonces tuvieron que posicionar con respecto a esta cuestión. El catalanismo constituyó uno de los ejes centrales de la política catalana del último siglo.

El fracaso de Cambó

Riquer es especialista en el estudio de la Liga y del catalanismo conservador de principios del siglo XX, dirigido por Prat de la Riba y Francesc Cambó. Frente a los apologistas de Francesc Cambó, y del "seny" de la Liga, Riquer se muestra muy crítico hacia su figura. Asegura que no tuvo nada de líder modernizador, apuntando que su proyecto era inviable, ya que pretendía renovar la política española, sin dar el más mínimo margen de actuación a las fuerzas de izquierda españolas, las que realmente podían aliarse con los catalanes por su deseo de renovación. Asegura que la visión de los cambios políticos de Cambó era muy limitada, y que no tenía ninguna posibilidad de triunfo. Por otra parte constata que el político conservador nunca denunció las violencias del régimen franquista; en eso, Riquer lo contrapone a Companys, quien fue muy crítico con la violación de derechos en su propio bando durante la guerra civil.

El compromiso republicano

En cambio, Riquer valora muy positivamente el planteamiento de los grupos republicanos durante la República. Asegura que la colaboración entre los grupos progresistas de España y de Catalunya permitió avances importantes, y no sólo en la cuestión territorial, sino en aspectos estratégicos como la reforma militar o en los asuntos sociales. Y, a pesar de todo, reconoce que este proceso se vio seriamente obstaculizado por dos fuerzas opuestas entre sí: el obrerismo y el centralismo conservador. Y, constata, inevitablemente, que la guerra civil, el éxodo posterior y la implantación de la dictadura franquista supusieron un golpe durísimo a la cultura y a la política catalanas, que tardarían décadas en recuperarse de esta situación. Pero el libro no se centra en este periodo: salta de la II República a "El Tiempo Presente", analizado en la segunda parte de la obra.

Contra el PP

Borja de Riquer no es conocido por su radicalismo, pero su libro constituye una crítica feroz a los gobiernos de Rajoy y Aznar, en todos los ámbitos. La tesis de Riquer es que Catalunya, y el conjunto de España, atraviesan una triple crisis: una crisis de modelo territorial derivada del proceso soberanista, una crisis de modelo político derivada de la pérdida de prestigio de los partidos políticos y una crisis social, derivada de la pérdida de poder adquisitivo de las clases populares. Borja de Riquer centra su análisis en la primera, pero muestra también su preocupación por las otras, y asegura que hay que mejorar la situación de las clases populares urbanas de Barcelona y su entorno, que son las que más han sufrido la precarización. Y añade que eso es necesario, por justicia, pero también para sumar al proceso soberanista sectores de población que no se han comprometido especialmente con él.

¿Y ahora?

El libro de Borja de Riquer se ha terminado en las últimas semanas, y por lo tanto recopila hasta los últimos acontecimientos. El historiador de la Universidad Autónoma deja claro que el debate de la investidura española es clave para los catalanes: "No es cierto que a los catalanes nos dé igual quién manda en Madrid. No, de ninguna manera". Y añade "Hay que estar, por lo tanto, bastante atentos a qué pasa en Madrid". Sobre todo porque, según Riquer, los momentos de crisis política en España acostumbran a ser momentos de oportunidad política para los catalanes.

'Fast-food' intelectual

Borja de Riquer es un prestigioso historiador, especialista en historia contemporánea de Catalunya. Y, a pesar de todo, éste no es un libro redondo. En realidad, se trata de una compilación de artículos de tipo muy diferente: algunos son académicos, otros divulgativos... Incluso hay algunos discursos y conferencias. Y esto hace que el conjunto parezca poco sólido y articulado. Tiene más coherencia la parte dedicada a la historia de las relaciones Catalunya-España, aunque hay dos capítulos sobre el periodo de la II República, que se solapan abiertamente. En cambio, la parte destinada al periodo más reciente, basada en una acumulación de 34 artículos de prensa, peca de una continua reiteración: muchos artículos usan los mismos argumentos, que se repiten una vez y otra. Y hay artículos de difícil contextualización: aparece, por ejemplo, una réplica a un artículo de Santos Juliá, aunque sabemos muy poco de què decía el artículo original de Santos Juliá... Aparecen algunos artículos sin relación directa con el tema, como uno sobre el acceso a los archivos españoles. Y el orden de los artículos es muy cuestionable, pues hay saltos cronológicos constantes. El tema merecía una edición mejor.