El desierto de Atacama, en Chile, es el lugar más seco del mundo y en los últimos días se han producido allí dos curiosos fenómenos. El pasado 25 de agosto se vivió una nevada histórica en esta región, con una capa de hasta 15 centímetros de nieve que cubrió algunas zonas y que obligó a cortar buena parte de la red de carreteras. El desierto, una zona en que prácticamente no llueve durante todo el año, se ha cubierto de blanco.

Nevada histórica

Otras ciudades del país, como El Salvador y San Pedro de Atacama, a unos 750 kilómetros en el norte de la capital, Santiago, también se tiñeron de blanco, con niños construyendo muñecos de nieve. Se trata entonces, de una nevada histórica, la más abundante de los últimos 30 años, tal como la definió el meteorólogo Daniel Díaz. Este ha explicado que "nevadas como esta no suceden cada año", y mucho menos a finales de agosto. Aquí justo nos acercamos en otoño, pero en los países del hemisferio sur supone el fin del invierno y la entrada en primavera.

Especies endémicas

Y no hay nada más primaveral que las flores, que después de la nevada se han abierto camino en Atacama. Ver un desierto florido no es algo que pase cada día. Concretamente, en esta región chilena pasa cada seis o siete años. Con la nieve, pero también con las fuertes lluvias y tormentas, en el suelo, normalmente árido, han crecido las flores que han llenado de colores la zona desértica.

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El desierto de Atacama teñido de lila / Pinterest

Sobre todo, han crecido los renombres "pata de guanaco", una planta endémica de Chile, y también los renombres "celestinas", dos especies de flores que han convertido en uno el desierto en un auténtico espectáculo de colores.

La ausencia de heladas y precipitaciones durante un largo periodo de tiempo hacen que las semillas que se ocultan bajo tierra se duerman, consiguiendo que con las lluvias de la semana anterior empiecen a germinar.