Catalunya busca ocupar un papel relevante en la carrera por alcanzar la neutralidad climática. ¿Pero, de qué forma? Con la creación de un ecosistema integrado alrededor de la cadena de valor del hidrógeno, un vector energético vital para lograrlo.

Coordinado por la Universitat Rovira i Virgili y con Enagás y Repsol como principales impulsores, nace el proyecto del Valle del Hidrógeno de Catalunya, que agrupa otros socios empresariales e institucionales como la Generalitat de Catalunya, la Asociación Empresarial Química de Tarragona (AEQT), la Diputación de Tarragona, el Puerto de Tarragona y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Un total de 160 organizaciones públicas y privadas forman parte del proyecto que ha sido identificado por la Generalitat como uno de los 27 proyectos tractores para la recuperación económica.

El presidente de Enagás, Antonio Llardén, destaca que, "en línea con el compromiso de Enagás con la descarbonización y con la transición justa, este proyecto servirá para poner en valor las capacidades industriales y tecnológicas de los sectores energético e industrial de Catalunya, gracias al desarrollo de una economía del hidrógeno renovable en concordancia con las hojas de ruta europea y española". En la misma línea, la rectora de la Universitat Rovira i Virgili, María José Figueras, considera que "este coliderazgo público-privado impulsará los proyectos del Valle y hará posible una transición energética industrial que genere un importante impacto económico y social en el territorio".

El Valle del Hidrógeno de Catalunya: ¿en qué consiste?

En espacios como el propuesto en Catalunya, se concentra la producción, transformación y consumo, aprovechando la aplicación de economías de escala, así como el desarrollo de proyectos piloto vinculados, entre otros, a los sistemas energéticos aislados y al sector transporte. La creación de “valles, hubs o clústers de hidrógeno” como este, jugará un papel muy importante en la transición energética.  

El Valle del Hidrógeno de Catalunya y otros en los que Enagás participa, están muy vinculados a descarbonizar la industria y son el primer impulso tecnológico hacía un cambio sostenible. El hidrógeno verde producido se destinará principalmente a la industria química, petroquímica y usos termointensivos de difícil electrificación. Además, servirá como fuente de calor y como combustible para la movilidad, entre otros usos que pueden ser también domésticos o industriales. 

Europa prevé que en 2050 el 25% de la energía pase a través del hidrógeno limpio

Europa prevé que en 2050 el 25% de la energía pase a través del hidrógeno limpio, y Catalunya, con el polo petroquímico más relevante del sur de Europa y en pleno cruce estratégico de la futura movilidad del hidrógeno, está muy bien posicionada.

Mobilitat   Unsplash

Adiós a la huella de carbono

Desde 2014, Enagás ha reducido sus emisiones contaminantes en más de un 63%. Como compañía internacional de infraestructuras energéticas y operador de redes europeo, contribuye a la descarbonización global eliminando su huella de carbono -ha adelantado diez años, a 2040, su objetivo de neutralidad climática-, e impulsando los gases renovables, hidrógeno y biogás/biometano. Unos gases imprescindibles para alcanzar los objetivos de descarbonización europeos.

En este contexto, se posiciona como una de las compañías españolas que más está promoviendo el impulso de los gases renovables como nuevas soluciones energéticas. Unas soluciones que desempeñarán un papel fundamental en el proceso de transición energética a través de proyectos clave que permitan posicionar al país como referente del sector. Está involucrada en más de 34 proyectos de hidrógeno verde y más de 20 de biogás en todas las comunidades autónomas con más de 60 socios.

El hidrógeno verde, el portador de energía limpia del futuro

El hidrógeno verde se sitúa como necesario para lograr el objetivo de neutralidad climática, el aumento de la competitividad empresarial y la descarbonización de la industria, así como un motor económico de creación de riqueza y empleo. ¿Pero, como se genera? A partir de energía renovable, es un gas 100% limpio, con aplicación en sectores de muy difícil electrificación, como la industria intensiva y el transporte.

Además, es almacenable, algo muy relevante en un contexto de mayor peso de las renovables tradicionales, que aún no se pueden almacenar a gran escala. Y otra ventaja: podría transportarse a través de las redes gasistas ya existentes para contribuir a una descarbonización al menor coste posible.