Los gritos de independencia que estallaron el lunes al acabar el acto de entrega del Premi d'Honor de les Lletres Catalanes y que pillaron al president, Salvador Illa, entre los espectadores del Palau de la Música han vuelto a aparecer en la sesión de control del Parlament que se ha celebrado este miércoles. Illa, que ha dejado claro a lo largo de la sesión de control que la ley de amnistía ha permitido mejorar la situación en Catalunya y en España, ha descrito la situación en qué se encontró como una muestra de la "normalidad" que se ha impuesto, pero ha recordado que al final son las urnas las que deciden quién cuenta con la mayoría en el Parlament.

Ha sido la diputada de la CUP Laia Estrada quien lo ha interrogado sobre si le gustaron los "cánticos independentistas" que se oyeron al finalizar el acto de Òmnium Cultural al cual asistió. Illa ha asegurado que lo respetó, aunque todo el mundo sabe que no es independentista. En la réplica, Estrada se ha encargado de sentenciar que a Illa no le gustó la escena porque rompe "la apariencia de normalidad" que pregona. "Usted es un españolista, como bien demostró manifestándose con toda la ultraderecha después del 1-O, a años luz de aquel PSC catalanista y capaz de reconocer el derecho a la autodeterminación", ha reprochado la cupaire, que ha advertido que la amnistía no ha acabado con la represión ni con las cloacas del Estado ni ha servido para resolver el conflicto político, y solo ha pacificado el país después de desactivar la calle y cambiar la reivindicación de independencia por el pacto fiscal.

Independentistas sin mayoría

Illa, sin embargo, ha insistido en defender que la escena vivida en el Palau de la Música demuestra normalidad. "La normalidad es que se exprese la pluralidad de sociedad catalana y yo la respeto. No me engaño, sé que en Catalunya hay gente, mucha gente, que es independentista, y tiene derecho a serlo y defenderlo políticamente," ha insistido. No obstante, ha dejado también claro que son los ciudadanos los que asignan los escaños y los equilibrios en el Parlament, que han permitido situar al PSC al frente del Govern.

La amnistía ha estado muy presente en la sesión de control después de que se ha conocido la ponencia que tendrá que debatir el Tribunal Constitucional y que avala la ley, lo que es, en opinión del president, una buena noticia. "Los conflictos políticos se resuelven en el ámbito político. Es una de las cosas que hemos aprendido en Catalunya", ha asegurado en respuesta al republicano Josep Maria Jové, mientras que a preguntas del diputado de Vox Ignacio Garriga ha asegurado que "ha sido una ley positiva, y para cualquier observador es una obviedad, en Catalunya y en el conjunto de España".

Colleja al Cercle d'Economia

La Conferencia de Presidentes que se celebrará el viernes en Barcelona ha sido otra de las cuestiones presentes en la sesión de control. A preguntas del diputado de Junts, Albert Batet, Illa ha asegurado que no tiene ningún inconveniente en discutir sobre financiación con el resto de presidentes autonómicos "siempre que el enfoque sea constructivo y no se busque hacer ruido". Mientras que, en respuesta a David Cid, de Comuns, ha insistido en que situará al frente de los temas a debatir la problemática de la vivienda, dado que se trata de una cuestión que afecta a la cohesión social. "Me duele mucho ver que ciertos sectores de la sociedad catalana no entienden esto. Hay veces que el mercado falla y cuando el mercado falla, hay que intervenir", ha asegurado en una evidente réplica a los reproches que recibió en el Círculo de Economía por su política de vivienda.

En la intervención del PP, que Alejandro Fernández ha dedicado a política de seguridad y multirreincidencia, el president ha aprovechado para pedir al líder popular que "haga dos llamadas telefónicas, una a Feijóo y otra a Dolors Montserrat, para que defiendan que el catalán sea oficial en Europa". "Sé qué usted está de acuerdo con esto", ha remachado Illa.