Según algunos estudios, un increíble porcentaje del 81% de nosotros tiene el móvil casi constantemente al alcance de la mano. Y uno de cada cinco jóvenes consulta su pantalla al menos cada cinco minutos, según varias encuentas.

Si te preocupa el poder que tu móvil tiene sobre ti, piensa que nuestras mentes están constantemente cambiando en respuesta a los móviles, en un proceso que los neurólogos llaman ‘neuroplasticidad’.

Básicamente, es esa capacidad de cambiar es una gran ventaja del cerebro; dado que nuestra mente está constantemente acosada por nuevos estímulos, la neuroplasticidad es la salvación del cerebro.

A continuación describimos cómo tu cerebro está cambiando… probablemente ahora mismo, según lees ahí mismo, donde surje todo.

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Tu memoria se relaja

¿Te has dado cuenta de lo difícil que parece cualquier tarea sencilla, como encontrar la ruta para llegar al restaurante, sin consultar antes tu móvil? Es el llamado ‘Efecto Google’, así denominado por unos investigadores de la Universidad de Columbia.

“Es tan habitual buscar la respuesta a cualquier cuestión que parece como si tuviéramos ‘el mono’ cuando no lo encontramos inmediatamente”, aseveran en el estudio, que acaba afirmando que “estamos llegando a un estado de simbiosis con nuestros dispositivos que nos hace olvidar la información por el hecho de saber dónde encontrarla”.

Dada la facilidad para encontrar, bueno, cualquier cosa en internet, nuestros ‘discos duros internos’ se han vuelto confusos, afirman.

 

Si estás acostumbrad a vivir con el móvil en la mano, apenas diez minutos de separación bastarán para desencadenar la ansiedad en tu cerebro

 

Te ha crecido una nueva extremidad

Si tu móvil parece como una extensión de tu brazo es porque virtualmente lo es. En una investigación de la Universidad de Denver sobre 290 universitarios, el 90% de ellos reportaron el ‘Síndrome de vibración fantasma’: sentir vibrar algo en el bolsillo incluso cuando el móvil no está allí.

Es más, los usuarios muy usuarios de los móviles (o sea la mayoría de nosotros) llegan a sentir que el móvil es una parte más del cuerpo. Un estudio de la Universidad de Missouri, para el que se quitó el móvil a los voluntarios, afirma que hubo quien reportó “una pérdida de la propia identidad”, afirmaron los investigadores.

 

Tu ansiedad genera ansiedad

Si estás acostumbrado a vivir con el móvil en la mano, apenas diez minutos de separación bastarán para desencadenar la ansiedad en tu cerebro.

La ansiedad se manifiesta en síntomas como manos húmedas o palpitaciones cardiacas; es la manera de reaccionar del cuerpo ante la liberación de determinados agentes químicos en el cerebro, notablemente del cortisol, que es la hormona del estrés.

La investigación también mostró que la simple presencia de un móvil a la vista, incluso si no es el tuyo, puede desencadenar esa ansiedad.

 

Ráfagas de pensamientos

La avalancha de notificaciones, e-mails, textos y miles de enlaces que van apareciendo en tu móvil constituyen la manera en que la tecnología sobrecarga el cerebro. Puede sonar interesante tener todas esas fuentes información en la mente, pero el coste emocional es alto. Verse inundado de por pensamientos dispersos nos hace sentir muy cansados y miserables. Hay estudios que muestran que los ‘Millennial’ no son capaces de concentrarse en algo concreto más allá de cinco minutos, tiempo tras el cual les tienta alguna otra cosa. 

 

¿Preocupado?

Si eres sincero, tú eres la persona que mejor va a juzgar hasta qué punto dependes de tu móvil, aunque quienes están a tu alrededor te van a dar seguramente alguna pista.

La adicción al móvil es una adicción como cualquier otra, lo que significa que tiene cura. Si estás preocupado porque tus intentos de ‘pasar’ de tu móvil, siquiera a ratos, no dan resultado, quizá sea llegado el momento de acudir a tu médico de familia para que evalúe la conveniencia de buscar apoyo terapéutico.

También hay aplicaciones en internet que bloquean temporalmente el móvil pasado un tiempo de uso (fijado por el usuario), que pueden ser de ayuda.