¿Alguna vez has sufrido la sensación de incapacidad para realizar cualquier movimiento justo al comenzar a dormir o en el momento de despertarte? Este episodio, que provoca gran angustia en los afectados, se denomina parálisis del sueño. Es un trastorno del sueño que, según algunos estudios, afecta a menos del 4% de la población. No es grave, pero puede ser un síntoma de narcolepsia y genera mucha ansiedad —incluso terror— a quien lo experimenta.

La parálisis del sueño: ¿por qué sucede?

El sueño normal consta de dos periodos bien diferenciados: el sueño lento o no REM (abreviación de rapid eyes movement) y el sueño paradójico o REM. El sueño no REM consta de cuatro fases bien diferenciadas: primero coincide con una relajación generalizada y, progresivamente, la actividad del cerebro se ralentiza, y también el sistema muscular, hasta quedar en reposo total.

El sueño normal consta de dos periodos bien diferenciados

Después, empieza la fase REM, donde, de nuevo, el cerebro tiene mucha actividad, similar a cuando está en vigilia, pero el cuerpo sigue en reposo. Es en este periodo cuando se sueña y se capta gran cantidad de información del entorno. La parálisis del sueño se da justo en esta fase. Por este motivo, provoca los síntomas característicos habituales de esta etapa: la atonía muscular por la supresión de la función de las neuronas motoras. Este mecanismo evitaría movimientos que podrían lesionar mientras se duerme, y desaparece al pasar a la siguiente fase del sueño.

Parálisis sueño
Parálisis del sueño

Algunos estudios cifran su prevalencia entre el 0,3% y el 4% de la población en general y, entre los factores que predisponen a sufrirla, están hábitos irregulares de sueño, como les sucede a las personas que trabajan a turnos, tener jet lag con frecuencia, privación prolongada del sueño, estrés, cansancio excesivo e, incluso, dormir en posición de decúbito supino. Sin embargo, algunos estudios aseguran que la parálisis del sueño solo asociada a una mala calidad del descanso se da en el 49% de los afectados.

Cómo disminuir los episodios de parálisis del sueño

Así, para reducir los episodios, puede ser útil seguir unos hábitos de descanso adecuados:

  • Hacer ejercicio de tres a seis horas antes de acostarse.
  • Dormir las horas suficientes.
  • Reducir el estrés.
  • Seguir unos buenos hábitos de alimentación.
  • No consumir bebidas excitantes, como la cola, el té, el café o el chocolate, antes de acostarse.

Por norma general, esta parasomnia no provoca ninguna complicación, por lo que si no se acompaña de otros síntomas de narcolepsia, no hace falta realizarse ningún estudio.