Cuánto beber mientras practicamos deporte es siempre objeto de discusión. ¿Quieres saber cuál es la cantidad más acertada de hidratación?

El agua es un elemento esencial de nuestro organismo. Basta pensar que de los 10 a los 18 años, más del 60% del cuerpo humano está constituido por agua. Un porcentaje que gradualmente disminuye con el tiempo, alcanzando el 50% después de los 60 años.

El agua se ‘introduce’ en el organismo a través de las bebidas y los alimentos. Por ejemplo con frutas, como la sandía, que tiene un alto contenido hídrico. En cambio se elimina a través de la diuresis, la expiración, la eliminación continua de agua por la transpiración cutánea, el sudor o las heces.

La hidratación es clave durante el entrenamiento

Cuánto beber: la función del agua

Pero, ¿cuál el es la función del agua en nuestro cuerpo? El agua, además de satisfacer la sed sin aportar mas calorías añadidas, desempeña una función fundamental en el metabolismo. Así como en las funciones digestivas y renales.

Hidratación
Hidratación

Permite al cuerpo  quemar las grasas de una manera más eficaz, contrasta la retención de líquidos. Restableciendo un correcto equilibrio de los fluidos. También ayuda a mantener tono y eficiencia de los músculos y contribuye a hidratar la piel. En definitiva, beber suficiente agua forma parte de unos hábitos de vida saludables que puedes adquirir con estos consejos.

¿Cuánta agua que deberíamos asumir cotidianamente?

Unos 2-2,5 litros, comprensivos de la entrada con los alimentos. Pero este dato debe ser adecuado en función de algunos parámetros dependiendo de la actividad física, el peso y la temperatura corpórea. Incluso de las condiciones climáticas.

Si practicamos deporte de manera intensiva una correcta hidratación es absolutamente esencial.  El entrenamiento se puede dividir en 3 fases: el calentamiento, la verdadera actividad física y la recuperación. Aún así, es importante no excederse, o podría provocar hiponatremia y, con ello, incluso la muerte.

En la primera fase hay que calentar la temperatura del cuerpo alrededor de los 42°C, de modo que las reacciones bioquímicas puedan ayudar el trabajo muscular. Un proceso que necesita la ingesta de agua. Será suficiente medio litro en los 15 minutos precedentes al empezar de la práctica deportiva.

La deshidratación en el deporte

Durante el entrenamiento, la hidratación es muy importante. Si vamos a perder con el sudor el 1-2% mas o menos del peso corporal, la nuestra capacidad de realizar el ejercicio físico puede reducir del 20%. Provocando una alteración de la nuestra capacidad de coordinación del movimiento.

Este es un elemento que no se puede subestimar, ya que la deshidratación oculta puede causar accidentes durante el deporte. De hecho, la pérdida de agua determina una reducción de la capacidad cognitiva y de la concentración. Por eso, antes de empezar un estiramiento de gemelos como este, deberías plantearte hidratarte tras una carrera.

Por eso, durante el entrenamiento en el gimnasio habría que beber 1-1,5 litros de agua (dependiendo de la intensidad). Con continuidad y una pequeña cantidad, sin llegar a la sensación de sed. Igual que si se trata de running, que además te aportará todos estos beneficios.

El tipo de agua mas adecuado para reintegrar los líquidos perdidos con el sudor es un agua que contenga calcio y magnesio