El enfoque tradicional para intentar adelgazar o perder peso de forma rápida nos lo han metido en la cabeza de forma clara: eliminar grasas de la dieta y comer menos calorías, por un lado, y por otro, hacer interminables horas de cardio moderado (preferiblemente correr a baja intensidad). Esta fórmula que nos ofrecen parece muy lógica, pero, ¿realmente funciona?

En un periodo corto de tiempo si seguimos este método veremos como baja nuestro peso a buen ritmo. Todo maravilloso, ¿no? Pero conforme van pasando las semanas nuestro peso se estanca y ya no somos capaces de seguir bajando, al menos al ritmo deseado. Y entonces, ¿qué ocurre? Lo que sucede es que seguida de esta etapa inicial soñada, en la que perdíamos kilos con facilidad, empezamos otra que es toda una pesadilla.

Estamos haciendo un esfuerzo enorme reduciendo calorías de nuestra dieta de una forma salvaje y pasando horas haciendo ejercicio para bajar esos kilos que nos atormentan.

¿Realmente funciona eliminar las grasas por completo de la dieta?

Nos encontrábamos en una situación en la que estábamos dándole a nuestro cuerpo mucha menos energía de la que necesita y este, que es muy listo, entra en un estado de ‘’alerta’’ para intentar mantener nuestra grasa y seguir siendo eficiente. Lo que hace, a las pocas semanas de iniciar nuestro plan, es disminuir el número de calorías consumidas a lo largo del día y al hacer la actividad de baja intensidad. En resumen, el cuerpo se adapta a su nueva situación. Si antes haciendo esa ‘’dieta sanísima’’ y haciendo ejercicio casi a diario nos daba para bajar de peso, ahora, todo ese sacrificio nos valdrá para mantenerlo.

Adelgazar
Adelgazar

¿Esto puede ser peor? Rotundamente sí. Alargar aún más estos ‘’hábitos saludables’’ solo nos llevará a agravar el problema. Poco a poco nuestro cuerpo se irá adaptando cada vez más y empezará a recuperar poco a poco su anterior estado. La catástrofe absoluta es el momento en el que nos desmotivamos y dejamos nuestros nuevos hábitos por los antiguos.

Este fenómeno que ralentiza nuestro metabolismo, lo dañamos, es el llamado por los expertos ‘’tumba metabólica’’, y la recuperación de peso con su extra de grasa el también conocido (y temido) ‘’efecto rebote’’.

Esto se suele convertir en un peligroso bucle:

  1. Iniciamos nuestra bajada de peso exprés
  2. Se ralentiza nuestro metabolismo
  3. Nos estancamos en la bajada de peso
  4. Nos desanimamos
  5. Recuperamos muchos más kilos de los que teníamos al principio
  6. Y por último, al vernos tan pesados volvemos a iniciar el proceso cometiendo los mismos errores.

Como recomendación general se acondeja evitar estas situaciones ya que llevan al fracaso. No intentes bajar de peso de forma rápida ya que las dietas muy restrictivas os llevan a una guerra contra el hambre que a la larga no vais a poder ganar. Es mucha mejor opción elegir unos hábitos verdaderamente saludables que podáis mantener, tomando comida de verdad, junto con una actividad física que os guste.