La vitamina D juega un papel esencial en la asimilación del calcio y del fósforo en el organismo, elementos indispensables, entre otras cosas, para garantizar la salud ósea. Se la conoce como la “vitamina del sol” porque el mejor modo de mantener un buen nivel es mediante la exposición solar moderada. Sin embargo, tanto en invierno como en épocas donde no podemos salir tanto a la calle por el motivo que sea, nos viene bien conocer qué alimentos nos pueden ayudar a conseguir unos niveles óptimos de Vitamina D:

Salmón

Además de su conocido contenido en ácidos graos omega-3, el salmón es una magnífica fuente de vitamina D. Eso sí, para sacar mayor rendimiento, deberemos consumirlo cocinado, sobre todo al horno, ya que, de este modo, su contenido en vitamina D es dos veces superior a cuando lo consumimos crudo.

Salmón Vitamina D
Salmón Vitamina D / Fuente: Unsplash

Caballa

A diferencia del salmón, la caballa contiene aproximadamente la misma cantidad de vitamina D ya sea cocinada o cruda, por lo que podemos llenar nuestras reservas de ella preparando un tartar o un ceviche frío, o asando este pescado en el horno o en una sartén.

La vitamina D juega un papel esencial en la asimilación del calcio y del fósforo en el organismo

Anchoas

Siguiendo la estela de otros pescados azules, la presencia de vitamina D en las anchoas también es considerable. Son perfectas para disfrutarlas como aperitivo, en tostas o combinadas con otros pescados, como los boquerones en vinagre, o como ingrediente de otros platos.

Yema de huevo

No todo iban a ser pescados… Los huevos también son una excelente fuente de vitamina D, en especial la yema, así que podemos incluirla en nuestra dieta “vitamínica”, usándola para elaborar salsas, tortillas o revueltos, entre otras muchas recetas.

Hígado

En el apartado de las carnes, el hígado se lleva el primer puesto en cuanto a contenido de vitamina D, incluido el afamado “foie” de pato u oca, tan recurrente en la cocina francesa. Este último es más graso, por lo que es preferible optar por el de ternera. El hígado es, además, rico en hierro, lo que nos ayudará a recuperar energía.

Ostras

En el lado de los mariscos, la ostra es la reina de la vitamina D, por lo que podemos darnos un pequeño homenaje y disfrutar de este manjar con un poco de zumo de limón.

Setas

Y terminamos nuestro repaso por los alimentos ricos en vitamina D con el mundo vegetal, en este caso las setas. Tanto los champiñones, que podemos encontrar de cultivo en el mercado durante todo el año, como otras variedades de temporada, como boletus, níscalos, perrechicos o rebozuelos, son una excelente fuente de esta vitamina.