El presidente de Rusia, Vladímir Putin, habría aceptado la posibilidad de incluir garantías de seguridad "sólidas" en un futuro acuerdo de paz con Ucrania, según se desprende de la reunión mantenida el viernes en Alaska con el mandatario norteamericano, Donald Trump. Este domingo, Estados Unidos ha anunciado que se ha llegado a un principio de acuerdo con Moscú para ofrecer a Kyiv un sistema de protección que, en caso de prosperar, sería comparable a lo que obtendría si fuera miembro de pleno derecho de la OTAN. El enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, ha explicado en la cadena Fox News que Washington estaría dispuesto a conceder unas garantías de seguridad similares a las del artículo 5 de la Alianza Atlántica, pero asumidas directamente "por Estados Unidos y otros países europeos", con el objetivo de disuadir nuevas agresiones rusas.

Ya en declaraciones a la cadena CNN, Witkoff ha explicado que una de las claves del encuentro ha sido la obtención de un compromiso formal por parte de Moscú. Según el enviado especial, Rusia estaría dispuesta a introducir en su legislación un principio de no agresión internacional que quedaría recogido dentro de un eventual acuerdo de paz. Este compromiso incluiría la garantía explícita de "no atacar ningún otro territorio" y de no emprender ninguna acción militar contra terceros países. "Llegamos a un acuerdo sobre garantías de seguridad sólidas que yo describiría como un cambio radical", ha subrayado Witkoff, que formó parte de la delegación norteamericana que acompañó Trump a la reunión de tres horas con Putin en Alaska.

¿Qué implica el artículo 5 de la OTAN?

El artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, conocido popularmente como el Tratado de Washington, es la piedra angular de la Alianza Atlántica. Su contenido establece que un ataque armado contra cualquiera de los Estados miembros en Europa o a Norteamérica será considerado como un ataque contra todos. Eso significa que, en caso de agresión, el resto de países aliados tienen la obligación de asistir al miembro atacado, sea con apoyo militar directo o con otras medidas que consideren necesarias para restablecer la seguridad. En la práctica, este principio de defensa colectiva ha sido el gran elemento disuasivo de la OTAN desde su creación, ya que envía el mensaje que cualquier agresión contra un estado miembro implicaría la respuesta conjunta de toda la Alianza.

Putin ha mantenido siempre una oposición frontal a la posibilidad de que Ucrania entre en la OTAN, un escenario que Moscú percibe como una amenaza directa para su seguridad y como una ruptura de la confianza estratégica en la región. En paralelo, Trump ya había adelantado, incluso antes de su encuentro con Putin en Alaska, que estaba dispuesto a reforzar el apoyo a Kyiv conjuntamente con los socios europeos, pero fuera de la estructura formal de la OTAN. Según Witkoff, este cambio de orientación responde al hecho de que Trump ha detectado "avances significativos" en puntos clave que podrían facilitar un pacto global. Eso habría hecho que el presidente norteamericano abandonara la estrategia de apostar primero por un simple alto el fuego y dirigiera ahora sus esfuerzos hacia un acuerdo de paz más amplio. "GRANDES AVANCES CON RESPECTO A RUSIA", ha escrito Trump este domingo en su red Truth Social, sin dar más detalles.