¿Qué hacer cuando de repente te empieza a invadir esa sensación de frío, esos escalofríos y ese aturdimiento propio de la fiebre? A menudo las leyendas urbanas, los remedios tradicionales y la realidad científica se entremezclan y no tenemos muy claro qué es lo que nos ayudará y que nos hará más daño que bien. Es por ello que hoy queremos hablar de un clásico: los baños cuando se tiene fiebre.

¿Es bueno bañarse si se tiene fiebre? Sí, es bueno, pero debes tener algunos aspectos en cuenta que te vamos a contar a continuación.

Bañarse es bueno, si lo haces bien

Bañarse si se tiene fiebre es bueno, ahora bien, no bajo todas las condiciones ni bajo todas las circunstancias. Los baños con fiebre, más que ir destinados a bajarla -que también puede hacerlo- tienen como objetivo mantener estable la temperatura corporal y evitar que esta se dispare y que cause más malestar.

Fiebre
Fiebre

La temperatura del agua debe ser tibia, reduciendo las posibilidades de que se convierta en fiebre alta que pueda empeorar la situación. Lo que te recomendamos es que llenes la bañera como si te fueras a tomar un baño con normalidad, a la misma temperatura que lo sueles hacer. No obstante, esta vez no te meterás enseguida, sino que dejarás pasar un tiempo hasta que el agua se enfríe y esté tibia.

La temperatura del agua debe ser tibia

Tampoco debe estar demasiado fría, la sensación al entrar debe ser balsámica, ni sentir calor ni pasar frío.

Lo que no debes hacer con fiebre

Ya hemos visto que puedes bañarte con fiebre, el agua en sí no es ningún problema ni acentuará tu estado físico. No obstante, sí que hay algunas cosas que debes tener en cuenta si estás febril, a continuación te explicamos que es lo que no debes hacer si tienes fiebre:

  • Sí, bañarse si se tiene fiebre es bueno, lo que no es nada bueno es bañarse con agua fría. El cambio térmico entre la temperatura corporal y la temperatura helada del agua puede provocar un shock térmico parecido al del corte de digestión.
  • Cuando tenemos fiebre sentimos frío, por lo que es habitual actuar tapándonos. Al abrigarnos impedimos que el calor salga del cuerpo provocando que la fiebre se mantenga por más tiempo. Lo que debemos hacer es destaparnos -sin pasar frío- pero evitar quedar sepultados entre capas y capas de mantas y pijamas.
  • Otro remedio tradicional que se ha usado para tratar la fiebre es hacer masajes y friegas con alcohol. Esta práctica no es nada recomendable, sobretodo en niño, pues podría provocar una intoxicación etílica.