Todos sabemos que cuando llega el invierno nos cuesta salir de casa para hacer deporte. Y más aún, si nuestro gimnasio es al aire libre. Te contamos cómo combatir el frío en tus entrenamientos. Ante el invierno, tienes dos opciones. Hacerte el perezoso y tomarte el cambio de temperatura como un oso que va a hibernar (lo cual hará que pierdas la forma física que tanto te ha costado conseguir). O también puedes seguir estos consejos:

Sal a correr el primer día de frío

A todos nos apetece quedarnos en casa a leer o ver la TV con la mantita cuando bajan las temperaturas. Pero no se puede tener todo en esta vida. La mejor manera de quitarse la pereza y aclimatarse es respirar un poquito de frío. Te sentirás bien y te adaptarás mejor para evitar resfriados tempranos. Eso sí, dúchate nada más llegar a casa, sin esperar a quedarte helado

¡Adiós pereza!

Si no te cuesta madrugar, te recomendamos que salgas a correr antes de ir al trabajo. Te espera un amanecer en la ciudad, y es muy reconfortante llegar al trabajo y tener tus deberes hechos. Las otras opciones son después del trabajo, o en el hueco de la comida.

Te recomendamos que salgas a correr antes de ir al trabajo

Abrígate, ¡pero no te pases!

Si eres muy friolero corriendo, cualquier prenda extra (guantes, gorro, braga, etc), te hará entrar en calor muy rápido en cuanto empieces a correr. Utiliza prendas transpirables. Si eres caluroso llévate lo justo. Aunque los primeros minutos te cueste empezar, luego lo agradecerás. Aquí tienes más información sobre qué ropa elegir.

Running
Running

Teoría de las capas

Lo ideal es que en el running no se utilice algodón porque se va a empapar de sudor, y si vas a hacer series o cambios de ritmo te vas a quedar helado. Por ejemplo, para una temperatura de 10º puedes llevar una camiseta técnica de manga corta debajo de una chaqueta tipo cortavientos (si llueve o hace viento) o tipo polar finito. Si hace mucho más frío, te puedes poner otra camiseta técnica de manga larga debajo del cortavientos.

Empieza a calentar a un ritmo suave

De nada sirve que empecemos el primer kilómetro muy rápido porque tenemos frío. Nos podemos lesionar más fácilmente e iremos con la lengua fuera desde el principio, por lo que será un entrenamiento desagradable. El secreto está en la progresión, ir de menos a más, empezar 1’-1’30” por encima de nuestro ritmo medio. Cuando los músculos estén calentitos (a los 4-5’), subirás el ritmo sin darte cuenta.

Si estás saliendo de un resfriado leve y no tienes fiebre

Abrígate mucho y prueba correr a un ritmo muy suave 15-20’. Esto acelerará el proceso de limpieza de mucosidad en el aparato respiratorio, actuará de manera expectorante y te ayudará a eliminar toxinas. Aparte, te sentirás más vital si llevas mucho tiempo en casa.