La leche es nuestro principal alimento durante los seis primeros meses de vida, pero aún tras este periodo su importancia en la vida por sus beneficios para la salud son indiscutibles ya que posee una gran variedad de nutrientes que son esenciales y hacen que el organismo esté equilibrado; existen diferentes tipos de leche inclusive algunos enriquecidas con calcio, hierro y vitaminas, cada una de ellas con propiedades que pueden ayudar en el crecimiento de los crios o en la fortificación de los huesos de los adultos, entre otras funcionalidades.

La preferencia de mucha gente por la leche integral que a pesar de ser más sabrosa no es la más indicada para quien busca seguir una dieta saludable y mantener la forma y menos para controlar la ingesta de grasa; en esos casos, la más indicada es la leche desnatada que tiene a lo sumo 0,5% de grasa.

La leche desnatada puede sustituir tranquilamente a la leche integral, ya que posee cantidades similares de proteínas, potasio, fósforo y otros nutrientes, principalmente el calcio, tan importante para mantener los huesos fuertes; pero sus beneficios se enfocan en tener un valor calórico más pequeño porque posee menos grasas saturadas, aquellas que en exceso elevan los niveles de colesterol LDL o “dañino” además de incrementar la masa adiposa en el organismo.

La leche desnatada puede sustituir tranquilamente a la leche integral

Por tener un sabor más discreto, quien está acostumbrado con otro tipo de leche puede tener la impresión de que la leche desnatada es más débil, pero en realidad esta idea es absurda porque puede ser usada para preparar recetas deliciosas y saludables sin alterar los sabores incluidos algunos batidos, tartas, postres y algunas masas.

Leche Desnatada
Leche Desnatada

Las diferencia entre las leches

El tenor de grasa de la leche normal (integral) es elevado; por cada 100 g está presente 3.9 g de grasas, de los cuales 2,5 g son saturadas; recordemos que una alta ingesta de grasas saturadas puede aumentar la cantidad de colesterol LDL en la sangre, llevando la obstrución de las arterias y un aumento del riesgo de enfermedad cardiaca sin embargo es interesante para los niños y los adolescentes en sus procesos de crecimiento siempre y cuando no posean un problema de sobrepeso.

La leche semi-desnatada o leche en polvo desnatada posee una cantidad más pequeña de grasas saturadas, colesterol y un valor calórico más pequeño que la leche integral; para que la leche se haga semi-desnatada o desnatada toda la grasa es removida por centrifugación, lo que significa que es colocada en una máquina que lo gira y la gravedad separa la grasa del líquido.

Después de ese proceso, la grasa es añadida de vuelta a la leche a los niveles que lo clasifica como semi-desnatada (1,7%) y desnatada (0,2%); ese proceso reduce las calorías de la leche a la mitad, con solo alguna pequeña diferencia de miligramos en la cantidad de calcio y otros nutrientes entre la leche integral (normal), semi-desnatada y desnatada (magra).