El calcio es el mineral más abundante de nuestro cuerpo. De hecho, casi todas las células lo necesitan. Y esto incluye al corazón, el sistema nervioso y los músculos, pero también a los huesos (sobre todo). El problema es que, cuando envejecemos, absorbemos menos calcio de nuestra dieta. Una dieta saludable y equilibrada necesita incorporar los nutrientes necesarios para mantener los huesos fuertes, lo que se traduce en fuentes de calcio y vitamina D. Según las recomendaciones científicas, la ingesta diaria media de calcio debe estar en torno a 700 miligramos. Pero además, te queremos compartir algunos consejos básicos para mantener unos huesos fuertes:

No solo los lácteos ayudan a mantener fuertes los huesos

1. Comer bien, y pensar en verde

No solo los lácteos ayudan a mantener fuertes los huesos. Hay numerosos vegetales ricos en calcio, entre ellos tofu, nueces, garbanzos y otros de hojas verdes como la col rizada, el brócoli y el repollo. Hay estudios que afirman que los vegetales verdes ayudan a mantener la masa ósea durante la etapa adulta.

Pero si lo que queremos es cuidar los huesos, hay que tener cuidado con las espinacas: aunque son beneficiosas para la salud en otros aspectos, resulta que esta planta es rica en ácido oxálico, una molécula que obstaculiza la absorción eficiente del calcio.

Calcio
Calcio

2. Vigilar la ingesta de vitamina D

La función principal de la vitamina D es mejorar la absorción del calcio, por lo que su déficit también puede causar osteoporosis en los adultos, una enfermedad que debilita los huesos. La vitamina D la conseguimos por la exposición al sol, un recurso abundante en España. Sin embargo, los estudios dicen que lo estamos desaprovechando y que nuestros niveles de vitamina D son similares e incluso inferiores a los de nuestros vecinos del centro y norte de Europa.

Como apuntan los nutricionistas, la vitamina D también es importante incorporarla en la dieta. Pero ahí suspendemos. Si queremos aumentar la ingesta de vitamina D de forma saludable, no hay que olvidarse de comer alimentos ricos en este nutriente, como huevos y peces grasos, entre ellos, el salmón, atún y sardinas.

3. Y no olvidarse de las proteínas

Las dietas bajas en proteínas también pueden causar problemas para absorber el calcio. De hecho, las mujeres son las que más se benefician cuando sus dietas son ricas en proteínas. Un estudio con más de 144.000 mujeres en edad de tener la menopausia o desaparición de la regla concluye que las dietas ricas en proteínas reducen el riesgo de fractura de huesos mientras que también aumenta la densidad de la masa ósea; es decir, ayuda a mantener los huesos fuertes.

4. Cuidar el peso

Las dietas demasiado bajas en calorías, así como el hecho de estar muy delgado o muy por debajo del peso ideal son otros factores de riesgo, ya que pueden debilitar los huesos.