El edificio más misterioso del Eixample de Barcelona, por su arquitectura, por sus usos históricos y por un futuro que todavía no se acaba de definir es, con toda probabilidad, el Taller Masriera, situado en la calle Bailèn, 70, entre Consell de Cent y Diputació. De fuera llama la atención por su planta de templo grecorromano, pero todavía es más interesante en el interior, donde hay un teatro de más de 300 localidades, además de varias salas de trabajo y una sorprendente capilla. Durante muchos años fue un edificio cerrado en sí mismo aunque fue concebido como taller artístico de pintura, escultura y orfebrería. Desde que el verano del 2020 fue adquirido por el Ayuntamiento de Barcelona, el inmueble ya no es tan opaco, y periódicamente se puede visitar.
Con la llegada del nuevo año el Ayuntamiento de Barcelona vuelve a ofrecer visitas guiadas gratuitas de carácter histórico y arquitectónico, tal como ha hecho en varias ocasiones desde que el consistorio lo adquirió. Hay que tener en cuenta que estas visitas han despertado siempre el interés de la ciudadanía y han sido un éxito de público. La visita es gratuita pero con reserva previa, y hay que tener en cuenta que las reservas previstas para este mes de enero ya se han agotado. La nueva temporada de visitas guiadas empezará el 27 de enero y se alargará hasta junio. Se programarán tres visitas de unos 45 minutos que empezarán a las 10.30 h, 11.30 h y 12.30 h para grupos de un máximo de 25 personas. Las visitas las llevan a cabo personal especializado en la gestión de acontecimientos culturales y con conocimientos históricos y arquitectónicos.
La finca está incluida en el Catálogo de Protección del Patrimonio de la ciudad como bien cultural de interés local. La característica principal del Taller Masriera es su singularidad, tanto con respecto al estilo como a su entorno, y el patio que tiene delante, que es donde se iniciará la visita guiada. La visita continuará por el vestíbulo para dar acceso al patio de butacas del teatro. Este es el espacio más adecuado para hacer explicaciones a grupos grandes en el interior del edificio, ya que se trata de una superficie amplia y con buena acústica. A continuación se visitará la sala de billar y trabajo y se pasará a la capilla de planta baja. De aquí se podrá subir a la planta primera, donde se visitarán las habitaciones y la capilla. El último tramo de la visita pasa por el patio de atrás de planta primera, el anfiteatro y las escaleras que bajan al vestíbulo. Las visitas van con reserva previa para garantizar el control de aforos y la gestión de las listas de asistencia. Los días de reserva se irán abriendo cada mes.