El plenario municipal del Ayuntamiento de Barcelona del mes de noviembre, que se celebra este viernes —adelantado una semana debido a la participación del alcalde y parte del gobierno municipal en la feria FIL Guadalajara—, tendrá como principal punto del orden del día la votación de los presupuestos para el año 2026, a partir de una propuesta que, de momento, no cuenta con todos los apoyos necesarios. De hecho, el PSC dispone de los votos favorables de ERC, pero no tiene atados los de Barcelona en Comú, imprescindibles para sacar adelante la propuesta ante los anunciados votos negativos de Junts per Barcelona, Partido Popular y Vox.
En la recta final de la negociación, este miércoles por la tarde se ha celebrado una Comisión Extraordinaria de Economía que ha servido, básicamente, para escenificar los posicionamientos de todos los grupos de cara al plenario, con el principal punto de fricción entre PSC, que insiste en la intención de someter la propuesta a votación de aquí a dos días, y BComú, que reclama aplazar el debate para dar más tiempo a la negociación. De hecho, los comunes han hecho reserva de voto en la comisión, lo que significa que no se pronunciarán definitivamente hasta el momento del plenario. Por parte del PSC, no se esconde la intención de jugar por segunda vez en este mandato el comodín de la cuestión de confianza.
Así, a menos de 48 horas para la celebración del plenario y ante la negativa del PSC de plantear un aplazamiento, todas las cartas menos una están sobre la mesa: PSC y ERC votarán a favor y Junts, PP y Vox en contra, de manera que la carta de BComú decidirá la suerte de la propuesta de cuentas para 2026, eso sí, sin olvidar que en caso de que finalmente se rechacen los presupuestos este viernes, Collboni tendrá campo libre para aprobar el presupuesto vinculado a una cuestión de confianza, el mismo mecanismo que utilizó para las cuentas de 2024, en su primer año de mandato, con la diferencia de que ahora lo haría con suficiente margen temporal para tener las cuentas operativas ya a principios de 2026.
Precisamente, en el marco de la comisión extraordinaria se ha escenificado la desavenencia entre socialistas y comunes ante las posiciones fijadas del resto de formaciones. Gemma Tarafa, portavoz de Barcelona en Comú, ha anunciado la reserva de voto de su grupo al tiempo que ha reclamado a Jordi Valls, teniente de alcalde de Economía, “concreción y valentía” para negociar los presupuestos, insistiendo en la necesidad de darse más tiempo: “Ustedes insisten en llevarlo este viernes, ¿es más importante llevarlo este viernes o continuar negociando?”, ha preguntado Tarafa. Por su parte, Valls ha insistido en que las cuentas se votarán este viernes y ha instado a los comunes a dar un voto favorable. En todo caso, sin el voto de los comunes atado, el escenario queda abierto, y la posibilidad de la cuestión de confianza, más viva que nunca.
