El Mercado de la Boqueria o de Sant Josep es el más conocido de Barcelona: el más céntrico, el mayor, el más antiguo y, especialmente, el más visitado por miles de turistas que han convertido la entrada al recinto en una visita obligada. Todo ello, unos condicionantes que hacen de la Boqueria un mercado muy singular, hasta el punto que, a diferencia del resto de mercados barceloneses, que se rigen por una ordenanza general —excepto el Mercat dels Encants, también municipal, pero de una tipología muy diferente—, tendrá un reglamento específico, que ya ha sido avalado por el 90% de los comerciantes. Entre las novedades, se garantizará que haya, como mínimo, un 50% de producto tradicional.
El mercado, que está inmerso en una reforma que, precisamente por su singularidad, se tiene que hacer por fases y sin cerrar el mercado, es decir, sin habilitar un mercado provisional, prevé dotarse de este instrumento en los próximos meses, una vez haya pasado todos los trámites municipales. En paralelo, prevé que a partir del verano de 2026 empiecen las obras, ya anunciadas, de reforma de la manzana central del pescado, mejoras en la accesibilidad y nueva distribución de los baños, con el plazo de finalizar esta fase a finales del 2027. Para más adelante quedarán otras obras de envergadura, especialmente la retirada de la cubierta de amianto y la remodelación de la fachada de la plaza de la Gardunya, un espacio en plena reconversión.


“Ya tenemos negro sobre blanco el modelo de Mercado de la Boqueria que queremos”, ha afirmado este jueves por la mañana la concejal de Mercados, Raquel Gil, que en compañía del presidente de la Associació de Venedors del Mercat de la Boqueria, Jordi Mas, ha presentado este paso adelante con la aprobación del reglamento como una oportunidad para “repensar” el mercado “sin que pierda su esencia” y al mismo tiempo “recuperarlo para los barceloneses”. Gil ha recordado que los informes del Institut de Mercats apuntan que “hay suficiente masa de vecinos” para que la Boqueria mantenga “su carácter tradicional”. Mas, por su parte, ha apuntado que el acuerdo muestra el “buen trabajo hecho en conjunto” y ha destacado que la Boqueria está considerado como “el mejor mercado del mundo”.
Producto tradicional versus producto elaborado
Entre las novedades del nuevo reglamento destaca la regulación entre producto tradicional y producto elaborado, con un compromiso para asegurar el equilibrio comercial y que el mercado en conjunto ofrezca “un mínimo de un 50 por ciento de oferta tradicional, como la que encontramos en el resto de mercados”, según ha señalado la concejal Gil. De hecho, lo que busca la normativa es asegurar la supervivencia de puestos de carne, pescado, panadería y restauración como “visión tradicional contrapuesta con una parte de mercado de producto que entendemos de consumo rápido”, y que corresponde en buena manera a los puestos de ventas de comida rápida destinada al consumo turístico.
Eso sí, Gil ha apuntado que estos topes, un mínimo de 50% de producto tradicional y un 50% de producto elaborado, deberá tener su flexibilidad, ya que hay puestos de tipo tradicional que por sí mismas venden productos elaborados, como los hornos de pan y las charcuterías. “La singularidad del mercado hará que haya una oferta más atractiva para las personas que visitan el mercado, pero garantizando el espíritu tradicional”, ha señalado Gil, que ha recordado que de los “1.500 metros lineales de mercado, el 50% tiene que garantizar el mercado tradicional”.