Este domingo, 14 de septiembre, es el último en que el gran comercio y los centros comerciales de buena parte de Barcelona pueden abrir en horario de 12 a 20 horas en aplicación del acuerdo al que el año 2022 llegaron el Ayuntamiento de Barcelona y las entidades Fundació Barcelona Comerç, Barcelona Oberta, PIMEC Comerç, Foment del Treball, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) y la UGT, y que permitía la abertura de domingos y festivos entre el 15 de mayo y el 15 de septiembre en las llamadas Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGAT). Aquel acuerdo tenía una vigencia inicial de cuatro años, de manera que, en principio, se acababa precisamente este 2025, de manera que ahora se abre la posibilidad de introducir cambios, aunque de entrada, el acuerdo queda prorrogado de manera automática para 2026.
De hecho, aunque inicialmente la previsión era renegociar el acuerdo de cara al 2026, una sentencia del Tribunal Constitucional sobre la ley catalana de comercio, servicios y ferias, ha comportado que el convenio de abertura se prorrogue de manera automática a menos que el Ayuntamiento de Barcelona quiera abrir un proceso de negociación para modificar las condiciones. En este contexto, Barcelona Oberta, entidad que agrupa 21 ejes comerciales turísticos de Barcelona, insiste en la necesidad en ampliar las condiciones de abertura, principalmente con respecto al calendario, pero también en cuanto a las zonas donde está permitida la abertura, ya que en la actualidad solo se prevé en el centro de la ciudad y barrios adyacentes, pero no en la totalidad del municipio. Por su parte, el Ayuntamiento no se cierra a eventuales modificaciones.
Una medida tomada en el escenario post-covid
Hay que tener en cuenta que el acuerdo de 2022 tomó como marco de referencia para definir la ZGAT las áreas 1 y 2 del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT), puesto que uno de los objetivos declarados de esta abertura en domingos y festivos según el mismo Ayuntamiento, era el "de absorber el gasto turístico que tiene lugar en gran parte de Barcelona, en un contexto de recuperación económica después de la Covid-19". En este sentido, se permitía la abertura domingos y festivos en horario de 12 a 20 horas y siempre con carácter voluntario, de todos los establecimientos situados en los distritos de Ciutat Vella y el Eixample, así como en los barrios adyacentes de los distritos de Sants-Montjuïc, les Corts, Sarrià-Sant Gervasi, Gràcia y Horta-Guinardó, además del todo el frente marítimo de Sant Martí, dejando completamente fuera de los distritos de Nueve barrios y Sant Andreu.

Eso sí, en la práctica la norma afectaba solo los grandes establecimientos y centros comerciales, ya que los establecimientos de menos de 300 metros cuadrados pueden abrir todos los días del año si así lo desean, pero implicaba que centros comerciales como el de La Maquinista, situado en Sant Andreu, no entrara dentro del acuerdo. Además, el centro comercial Maremágnum, situado en zona portuaria y dependiente de acuerdos con Port de Barcelona, también quedó fuera del acuerdo pero el lado contrario, ya que tiene una autorización específica para abrir los 365 días el año.
De Semana Santa a Todos los Santos
En todo caso, ante la posibilidad de que se abra un periodo de renegociación del acuerdo para la abertura en domingos y festivos, desde Barcelona Oberta ya hay una propuesta sobre la mesa, ampliar la abertura con respecto al calendario, desde Semana Santa -variable cada año entre el 22 de marzo y el 25 de abril- y Todos los Santos, que se celebra el 1 de noviembre. Joaquim de Toca Andreu, portavoz de Barcelona Oberta, justifica esta ampliación apuntando a los buenos resultados de la iniciativa estos cuatro años y al hecho que la Semana Santa, en particular desde el Viernes Santo al Lunes de Pascua son "de los días de más ocupación hotelera, pero de estos cuatro días solo podemos abrir uno, el sábado".
En conversación con ElNacional.cat, De Toca, que recuerda que a causa del cambio legislativo corresponde al Ayuntamiento de Barcelona la iniciativa de modificar el acuerdo y que, en caso contrario, "si no hace nada se mantiene la abertura del 15 de mayo al 15 de septiembre, como ahora", apunta que precisamente por Semana Santa "hay un turismo más familiar y cultural que pasea y gasta más en el comercio", mucho más que en agosto, cuando Barcelona ofrece otras posibilidades al turismo, como la playa. Con respecto a Todos los Santos, este representante de los ejes comerciales apunta que alargar hasta al inicio de noviembre posibilitaría la "continuidad de los contratos" específicos para estas aberturas, ya que sería más fácil "enlazar con el Black Friday [último viernes de noviembre] y el inicio de la campaña de Navidad".
Con respecto al territorio, De Toca recuerda que "tomar el PEUAT como base dejó a algunos fuera, y nosotros somos partidarios de ampliar y que cada uno abra cuando considere que lo tiene que hacer". De hecho, Barcelona Oberta recuerda que además del hecho de que los establecimientos de menos de 300 m² ya tienen libertad horaria, hay que tener en cuenta el fenómeno de la venta en línea, que "no tiene limitaciones de horarios". Por eso mismo, reivindica la "venta física" y la necesidad de aprovechar que "la compra turística es física, y por eso es una gran herramienta para competir con las ventas digitales". Finalmente, con respecto al horario, De Toca se inclina a mantener el actual, aunque no da el debate por cerrado.

En todo caso, una vez este domingo finaliza la temporada de abertura, el planteamiento de Barcelona Oberta es el de promover modificaciones al alza, pero la iniciativa corresponde, en todo caso, al Ayuntamiento de Barcelona. En este sentido, fuentes municipales consultadas por ElNacional.cat, apuntan a un "buen funcionamiento" de la abertura de comercios en domingos y festivos en el periodo de cuatro años que justo ahora acaba y, ante los cambios legislativos que comportan que la medida no decaerá al fin del plazo pactado inicialmente, el Ayuntamiento anuncia un periodo "de análisis y valoración más detallada en el marco de la comisión de seguimiento de horarios comerciales".
Asimismo, desde el gobierno municipal apuntan que enfocan este análisis a posteriori "con la voluntad de que cualquier modificación de la medida venga de la mano del más amplio consenso social y político posible". Al fin y al cabo, el gobierno municipal no cierra la puerta a eventuales modificaciones del acuerdo para los próximos años, mientras que uno de los actores del mismo acuerdo reclama variaciones, sobre todo con respecto al calendario de abertura.