Introducirse en la historia del Metro de Barcelona para captar la importancia de este medio de transporte público en la construcción de la ciudad y para viajar al pasado, el presente y el futuro de la red es posible sin moverse del Palau Robert gracias a la exposición T-100. Cien años de Metro, inaugurada este jueves y que se podrá visitar, con entrada libre, hasta el 1 de febrero de 2026, dentro del programa de celebración del centenario del Metro. La exposición, que convivirá a partir de mediados de noviembre con la muestra de vehículos históricos que se prepara en Glòries, permite ahora conocer datos y detalles sobre la infraestructura, pero especialmente busca incidir en el papel del Metro como pieza clave de la evolución de la ciudad.
“Esta exposición es la historia de cómo el Metro forma parte de la identidad ciudadana de Barcelona”, ha señalado Sergi Martín, comisario de la exposición, conjuntamente con Diago Blassi, que ha añadido, en la presentación de la exposición, que T-100, “explica el pasado, el presente y el futuro de la ciudad a través del Metro”. En el acto de inauguración, la presidenta de TMB, Laia Bonet, ha destacado que “hemos tenido la suerte de vivir este centenario juntos” y también para celebrar que “Barcelona tiene uno de los mejores metros del mundo”. Por su parte, la consejera de Territorio, Sílvia Paneque, ha insistido en que el Metro, “construye ciudad, construye identidad”.
Un túnel, un vagón, maquetas y proyecciones de futuro
En cuanto a la exposición, T-100 se distribuye en seis ámbitos con formatos que buscan reproducir la infraestructura subterránea, como un túnel y un vagón. El primer ámbito, Soñar el futuro, recoge el nacimiento de las primeras redes de Metro así como las proyecciones, a menudo de ciencia ficción y fantasía sobre cómo sería el futuro del transporte urbano en el futuro. El segundo ámbito, El Metro construye la ciudad, se sitúa en un espacio en forma de túnel y se centra en la historia de crecimiento del Metro de Barcelona en sus primeros cien años de funcionamiento, incidiendo en cómo el crecimiento de la ciudad ha sido posible, precisamente, gracias a la existencia de la red de Metro.



En cuanto al tercer ámbito, Mou-T i respon, este está situado dentro de la simulación de un vagón, para revelar curiosidades y poner a prueba los conocimientos de la red por parte de los usuarios, a través de juegos interactivos y a la vez dar información de las novedades que ha habido en el servicio, como la mejora de material móvil, la integración tarifaria, la conducción autónoma o la accesibilidad de las estaciones. Manual del Metro de Barcelona es el nombre del cuarto ámbito, que recoge las maquetas de una estación tipo de la L9 y de la tuneladora que ahora está perforando el túnel pendiente entre Mandri y Lesseps, para explicar cómo se trabaja en la construcción de las prolongaciones previstas.



Precisamente, el quinto ámbito, Anticipar el futuro ofrece una mirada a los proyectos de futuro de cara al 125 aniversario y con el horizonte 2050, donde se puede ver cómo será una red con voluntad metropolitana, que incluye obras ya en marcha, como los de las L8 y L9, de previstos como las prolongaciones de la L2 y L4, o de otros que aún tendrán que esperar décadas a hacerse realidad, como los túneles de Horta hacia el Vallès. Finalmente, el sexto ámbito recoge la influencia de la red en la vida cotidiana de los barceloneses y barcelonesas bajo el lema El Metro construye identidad. Todo ello conforma un viaje estático del pasado, el presente y el futuro del Metro de Barcelona