La instalación de sombras en espacios de Barcelona como áreas de juego infantil reduce entre 3 y 4 grados la temperatura radiante, es decir la sensación de calor, según datos preliminares del Ayuntamiento de Barcelona. Según ha explicado este viernes la primera teniente de alcaldía de Urbanismo, Laia Bonet, desde el área de juegos infantiles con sombras de los Jardins de la Indústria, son datos provenientes de la monitorización que se está haciendo este verano para conocer el impacto en el confort térmico que provocan las sombras instaladas. En total, durante el verano, un equipo de técnicos monitora las temperaturas además de una treintena de zonas, entre las cuales hay áreas de juego infantil, patios de escuelas y refugios climáticos exteriores, en los cuales también se han instalado una quincena de sensores permanentes por obtener datos de forma continua.

El Ayuntamiento de Barcelona ha medido durante los primeros meses de este verano como impacta el hecho de que se instalen sombras con respecto a la temperatura real y percibida, o de sensación térmica. Los primeros datos de los técnicos muestran que la instalación de sombras reduce entre 3 y 4 grados la sensación de temperatura en estos puntos y la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha querido enfatizar el dato porque "a menudo la temperatura de sensación de tres o cuatro grados de diferencia hace que pueda estar en el espacio público o no". Por estas razones, Bonet ha defendido el plan del consistorio para implementar estas políticas públicas, pero la necesidad de estudiar su impacto para ver cuál también es el margen de mejora de las instalaciones que ya se han hecho en los puntos del estudio.

Los técnicos han tomado medidas y analizado, entre otros, la temperatura, la humedad, los rayos ultravioleta, la irradiación solar directa y la reflectancia de los materiales, para ver cuáles van mejor para filtrar la radiación solar y qué materiales se calientan más o menos. Juan Manuel González, que es técnico de la oficina de cambio climático de Barcelona, ha explicado en declaraciones ante los medios de comunicación que "lo que hacemos es coger varias medidas mediante diferentes aparatos", y que miden la reflectancia de los diferentes materiales instalados para ver "los materiales que van mejor para absorber el calor y que no se refleje tanto en el espacio".

Más análisis y nuevos espacios de sombra

Durante el verano, se evaluarán en total una treintena de espacios de sombra y los resultados, que se harán públicos en septiembre, se tendrán en cuenta para mejorar las zonas existentes y prever futuros despliegues para mejorar el confort térmico. "Las políticas de adaptación de la ciudad [al cambio climático] tienen que ser cada vez más estructurales y capaces de generar impacto", ha dicho Bonete|Bonetero, que ha apuntado la importancia de estas estructuras en el espacio público en pleno verano y durante olas de calor. Según una diagnosis hecha por el consistorio en mayo, el 62% del espacio público ya tiene sombra y hay un 19% del espacio público en el cual se tiene que actuar de forma prioritaria, mayoritariamente con la plantación de vegetación y arbolado y, allí donde no sea posible, con estructuras permanentes o temporales que ofrezcan sombra a la ciudadanía, como aquellas con toldos.

Este 2025 está previsto que se pongan en marcha hasta 84 nuevos espacios de sombra y se prevé que para el final de mandato sean unos 200. La instalación o adaptación de espacios para generar sombras se ha desplegado priorizando la población más vulnerable ante la incidencia del calor, y por eso se han instalado, principalmente, en parques infantiles y patios de escuela. Con respecto a la red de refugios climáticos de la ciudad, este año se han habilitado hasta además de 400, y el principal esfuerzo de este año se ha centrado a mejorar la cobertura durante el mes de agosto y en tener en cuenta los barrios que son más vulnerables a los efectos del calor. En este sentido, más de un 90% de la población tiene un refugio climático a menos de 10 minutos andando desde casa en cualquier momento del verano, eso garantiza que prácticamente todo el mundo puede acceder a un espacio fresco y seguro sin necesidad de desplazamientos largos, un hecho relevante para las personas mayores, los niños y los colectivos más vulnerables.