Jaume Collboni había dejado bien claro en estas últimas semanas que él negociaría con todos los partidos menos con la extrema derecha para poder ser alcalde de Barcelona, aunque, hasta ahora, los dos concejales de Vox no habían aclarado a quién votarían en la investidura del nuevo alcalde de Barcelona. Hoy, sin embargo, el portavoz del partido en el Parlament, Joan Garriga, ha anunciado que los dos concejales (Gonzalo de Oro-Pulido y Liberto Senderos Oliva) votarán al cabeza de lista del partido en estas elecciones municipales, hecho que descarta que pudieran dar apoyo a Collboni para evitar que Xavier Trias sea el nuevo alcalde de Barcelona.

Aunque la investidura de todos los alcaldes del Estado está prevista para este sábado, 17 de junio, en Barcelona puede haber un giro de guion, ya que si la Junta Electoral rechaza el recurso que presentó Vox para pedir un recuento de los votos nulos, el partido de ultraderecha puede presentar un recurso contencioso administrativo. Este hecho retrasaría la investidura hasta el 7 de julio, justo cuando empieza la campaña electoral para las elecciones generales. Con todo, Garriga ha asegurado que cuando la JEB les dé la respuesta, ya decidirán cómo proseguir.

La fórmula de Colau para volver a ser alcaldesa (junto con Collboni y Maragall)

Esta mañana, la alcaldesa en funciones de Barcelona, Ada Colau, ha propuesto a las dos otras formaciones de izquierdas que obtuvieron representación en el consistorio, PSC y ERC, repartirse la alcaldía. El objetivo de los comuns es que Trias no se convierta en el nuevo alcalde de la capital de Catalunya y quieren intentar conseguir un pacto de izquierdas y de progreso, según lo han bautizado, que suma en total 24 concejales. Este martes ha concretado su propuesta para conseguir sumar a los republicanos, que de momento se han mostrado mucho más predispuestos a hacer alcalde al candidato de Trias per Barcelona y respetar la lista más votada. Según Colau, el primero de los tres alcaldes del mandato tendría que ser durante un año Ernest Maragall, que en las pasadas elecciones consiguió 5 concejales, después ella misma durante año y medio y, finalmente, Jaume Collboni, el más votado de los tres, año y medio más. Tres alcaldes en cuatro años.

De momento, la propuesta de Colau ha recibido más críticas que aplausos. Desde el PSC la han rechazado, ya que consideran que, por un lado, sus votantes no entenderían esta fórmula de alcaldía compartida entre tres alcaldes diferentes y también porque consideran que es una opción que no aportaría la estabilidad que Barcelona necesita. Por eso, han insistido en que ellos mantendrán su candidatura a la investidura y que seguirán negociando para conseguir un pacto de izquierdas y que ERC se aleje del frente independentista encabezado por Trias.