La decisión del grupo municipal de Junts per Barcelona de tumbar el reglamento para el uso de las pistolas Taser por parte de la Guàrdia Urbana, que ha comportado que el gobierno municipal  haya perdido la votación en el plenario, ha generado una tormenta entre los dos grupos mayoritarios con un intercambio cruzado de reproches, de hecho, descargas eléctricas de alta tensión dado el motivo del enfrentamiento, entre el teniente de alcaldía de Seguridad y Prevención, Albert Batlle, y el presidente del grupo municipal de JuntsXBCN, Jordi Martí, que no han ahorrado descalificaciones al contrario en declaraciones ante los medios de comunicación una vez ha acabado el debate en la sala de plenos.

Albert Batlle: "Han dejado tirada a la Guàrdia Urbana"

El primero en comparecer ha sido Batlle, que ha apuntado que Junts per Barcelona "ha perdido la brújula", en una "semana de gloria para Jordi Martí Galbis", recordando que después "de levantarse de la mesa del 30%" este miércoles, este viernes y en el plenario "ha dejado tirada a la Guàrdia Urbana". Visiblemente molesto por el resultado de la votación, que en el mejor de los casos supondrá un aplazamiento de la dotación de las Taser, y en el peor, la paralización de todo el proyecto, Batlle ha apuntado que el posicionamiento de Junts se tiene que entender por la "manifiesta falta de liderazgo y proyecto", apuntando incluso a "problemas internos" en el grupo municipal de JuntsXBCN.

Con respecto al principal motivo aducido por Martí para votar en contra del reglamento, la falta de diálogo con los sindicatos policiales, Batlle ha negado que no haya habido este diálogo y ha acusado a Junts de "plegarse a la voluntad de un sindicato" y ha culpado directamente a Martí de "torpedear la iniciativa" apuntando que, una vez tumbado en el plenario, "no existe ningún reglamento" y, por lo tanto, no se podrá proceder a la licitación, adquisición y formación de este tipo de armamento. "Se lo han cargado", ha insistido, apuntando que ya no será posible tener agentes de la Guàrdia Urbana con las Taser en el plazo de un año. Batlle, que no ha querido aclarar si se reanudará la negociación para recuperar la iniciativa en un futuro plenario, ha reprochado al líder de Junts haber tenido "una semana gloriosa", ya que, según su opinión, "ha embarrancado el 30% y ha tenido voluntad de sabotear las Taser".

Jordi Martí: "Actúan con prepotencia y chulería"

Acto seguido, Jordi Martí, también en declaraciones a los medios de comunicación, ha acusado de "prepotencia" al gobierno municipal, al mismo tiempo que ha mostrado su voluntad "de aprobar el reglamento de uso de las pistolas Taser", pero con acuerdo con los sindicatos policiales. "Batlle miente", ha dicho al líder de JuntsXBCN, para recordar que el jueves mismo mantuvo una conversación donde ya lo habría advertido de su posicionamiento. Además, Martí ha acusado al gobierno municipal "de actuar con prepotencia y fanfarronada" y de "centrifugar responsabilidades". Ahora bien, a pesar de esta tormenta -eléctrica- de reproches cruzados, la cuestión de fondo es que las dos formaciones, que suman mayoría absoluta, siguen manteniendo la voluntad de dotar a la Guàrdia Urbana de pistolas Taser. Por lo tanto, y aunque ninguno de los dos se ha mostrado dispuesto a flexibilizar su posicionamiento, no es descartable que en un plazo corto se vuelva a tratar la aprobación del reglamento.