La Guàrdia Urbana de Barcelona seguirá, al menos de momento, sin poder sumar a su armamento los dispositivos conductores de energía (DCE), más popularmente conocidos como pistolas Taser, una vez el plenario municipal del Ayuntamiento de Barcelona ha tumbado, con voto en contra de Junts per Barcelona, la aprobación del reglamento que tenía que desencallar la compra de veintidós pistolas de este tipo para dotar a los mandos de la policía local de Barcelona. Junts, que había hecho reserva de voto en la votación en comisión, se ha decantado por el no a pesar de defender el uso de este armamento, para forzar al gobierno municipal a dialogar con los sindicatos policiales para consensuar cambios en el borrador del reglamento.
La votación del reglamento ha contado con el voto favorable del PSC y el PP y el ya esperado voto en contra de Barcelona en Comú y ERC, mientras que Vox ha anunciado la abstención, una situación que ha dejado en manos de Junts per Barcelona conseguir la aprobación o al contrario, tumbarlo. En este sentido, el jefe de filas de JuntsXBCN, Jordi Martí, ha defendido la necesidad de dotar a la policía local de este armamento, apuntando además, que "llega con retraso porque la señora Colau lo prohibió en su mandato". Ahora bien, para Martí, la anunciada compra de veintidós pistolas de este tipo es "una cifra ridícula", pero la piedra de toque que ha comportado el voto negativo ha sido "que el gobierno municipal no haya tenido un diálogo profundo con los agentes sociales, que son los sindicatos policiales", y por eso ha lanzado un ultimátum al teniente de alcaldía de seguridad, Albert Batlle: "Retire este punto del orden del día, dialoguen con los sindicatos y traiganlo en julio y lo votaremos".
Ajeno a este ultimátum, Batlle ha preferido mantener la votación aduciendo que se trataba de un "reglamento garantista" tanto para la policía como a la ciudadanía y recordando, además "que el número de pistolas, que se compren no forma parte del reglamento", incorporando, de acuerdo con una petición reiterada del PP, la posibilidad de comprar más en el futuro. El resultado ha sido que Junts se ha decantado por el voto contrario con la paradoja que la Guàrdia Urbana seguirá sin pistolas Taser precisamente por la votación en contra de un partido que, con todo, está a favor de dotar la policía local de Barcelona con estas pistolas eléctricas.
Por su parte, ERC y comunes se han opuesto a la regulación sobre el uso de las pistolas Taser, ya que no garantiza que las pistolas Taser se utilicen contra menores de entre 14 y 18 años, cosa que consideran imprudente y pone en riesgo a los ciudadanos.