El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha doblado la previsión anunciada por el teniente de alcaldía de seguridad y prevención, Albert Batlle, de instalar medio millar de cámaras de seguridad apuntando que tiene un “plan” para aumentar en 1.000 unidades más estos dispositivos de videovigilancia. La intención inicial es la de tener la mitad ya en su sitio al final de este mandato, es decir, a mediados de 2027. En declaraciones a El Periódico, el alcalde ha señalado que el objetivo es instalarlas en las zonas más críticas de la ciudad: “Empezando por la zona del litoral y algunas áreas de Ciutat Vella”. De hecho, la intención siempre ha sido situar estos dispositivos en puntos de alta concentración de personas y en las que se detecta una mayor actividad delictiva.
En este sentido, Collboni ha señalado que ya están en trámite 500 cámaras para ser instaladas antes de que acabe el mandato en el 2027 y ha asegurado que la implementación de las cámaras se hará bajo el paraguas del garantismo legal y la protección de derechos. Tanto es así que la instalación de cámaras de videovigilancia debe ser autorizada “directamente” por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). En este sentido, Collboni ha añadido que ya ha transmitido al presidente del TSJC, Jesús Maria Barrientos, “cuál es la filosofía de esta política de prevención”, y ha defendido que Barcelona está, según él, muy por debajo de la media europea con respecto al uso de cámaras de seguridad en la vía pública, asegurando que ciudades comparables en población y atractivo turístico disponen de redes de seguridad mucho más extensas.
Por eso, aunque las últimas estadísticas muestran una disminución de los delitos en Barcelona, según el medio citado, Collboni defiende que todavía queda trabajo para consolidar esta tendencia a la baja. Algunas de las medidas que quiere impulsar el gobierno municipal son mejorar la coordinación entre los diferentes cuerpos policiales, ampliar el número de juzgados destinados de manera prioritaria a tratar los casos de delincuentes multirreincidentes, así como aumentar la vigilancia en las zonas más conflictivas de la ciudad.
En la misma entrevista, Collboni ya había apuntado su voluntad de presentar unos presupuestos para la ciudad sin subidas de impuestos a las familias ni a las pymes hasta finalizar su mandato en 2027. Collboni, que gobierna con minoría en el pleno municipal, ha afirmado que buscará el acuerdo con otras formaciones políticas para sacar adelante unas cuentas que aumenten la capacidad de gasto, pero manteniendo este “compromiso” fiscal.